Entrevistas: Aldo Mangiaterra

Convicciones lo definen. Un hombre de convicciones es Aldo Mangiaterra. En este mundo de liviandades, es un lujo encontrar una persona así.

Hablar con Aldo es un placer; te escucha, opina, puede diferir o no, pero te dará razones, te explicará lo que piensa. Y ¿Cuál será el tema recurrente de nuestras conversaciones?:  Sí,  imaginaron bien, no lo duden, no pueden dudar, el tema será cuestiones de Agrimensura. Además, si el lugar del encuentro es Rosario,  el placer será doble, por que seguramente el desarrollo de la charla será al lado del río, en las pausas observaran la inmensidad del correr de las aguas de color marrón, oirán su ronronear,  disfrutaran de un vinito blanco y de un buen pescado del Paraná.

Gracias Aldo por contestar nuestras preguntas. A continuación la entrevista a nuestro distinguido colega:

Entrevista a Aldo Mangiaterra

 

La corbata de Aldo
La corbata de Aldo

 

1. ¿Puedes contarme en dónde te has recibido, cuantos años de profesión tienes y a qué te has dedicado? Si quieres, puedes agregar algún otro dato personal  para que nuestros lectores te puedan conocer un poco más.

Respuesta AM: Me recibí de Agrimensor en el año 1964, hace casi 52 años, en la que hoy es la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario y en 1967, me recibí de Ingeniero Geógrafo en la misma Facultad.

Este es un dato muy importante. En la década del 60 del siglo pasado, tanto en Córdoba como en Rosario, la carrera de tres años de Agrimensor, que constituía un título intermedio dentro de ingeniería civil, pasó a ser una carrera de cinco años, independiente, con el título de Ingeniero Agrimensor en Córdoba y de Ingeniero Geógrafo en Rosario.

En el ejercicio de la profesión he tenido la suerte de desempeñarme en varias de las ramas que es posible abarcar.

Cito, por orden cronológico:

Mensura, catastro y valuaciones, entre 1964 y principios de la década del 90. Quizá la experiencia más destacada fue integrar en 1990 el equipo a cargo de la revaluación catastral de todas las parcelas pertenecientes a la ciudad de Rosario, del orden de las 200.000.

Topografía aplicada a la construcción de obras de ingeniería y al montaje y funcionamiento de industrias, desde 1974 hasta principios de la década del 90, en distintos lugares del país y en particular en algunas obras muy importantes, como por ejemplo en la central nuclear Atucha II.

Docencia, en la carrera de Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario, como auxiliar docente desde 1965 hasta 1967 (en ese año1967 –gobierno militar de Onganía- se vio frustrada mi vocación docente al ser cesanteado por mi actuación política y gremial como estudiante). Después de un breve lapso de 20 años me incorporé con un cargo simple de Jefe de Trabajos Prácticos en 1987, y por último pasé a ser, por concurso, profesor titular con dedicación exclusiva desde 1990 hasta jubilarme al final del 2012.

Desde 1990 estuve a cargo de la materia Estudios y Trazados Especiales y simultáneamente, en distintos períodos, me desempeñé en varias otras.

Investigación, desde 1994, integro el Grupo de Geodesia Satelital de Rosario, del cual fui director a partir de 1995 hasta mi jubilación. La pertenencia al grupo me permitió ser uno de los autores del libro “GPS Posicionamiento Satelital” editado en 2005, junto a Eduardo Huerta y Gustavo Noguera.

Hoy sigo integrando el grupo como miembro externo, sin cargo alguno.

Nací en Rosario, hace mucho, en 1939.

 

2. ¿Cómo ves a futuro nuestra profesión? ¿Cómo imaginas un agrimensor en el año 2030?

Respuesta AM: Creo que nuestra profesión puede tener un gran futuro pero que eso no es automático. Ese futuro hay que forjarlo.

A mi juicio la condición principal es que la profesión se desarrolle en el estudio y resolución del mejor uso y distribución del suelo, ya sea residencial o productivo.

Imagino, y deseo, una profesión aportando y colaborando en la solución del problema de la vivienda digna para toda la población, hasta lograr que no sean posibles las villas miseria, no porque las prohíban, sino porque no sean necesarias.

Si se encarara resolver el déficit de 3 millones de viviendas (o más) ¿cuánto y qué calidad de trabajo eso significaría para la agrimensura?

Lo mismo pienso con respecto al uso sustentable de la mayor riqueza natural de nuestro país, el suelo productivo, con millones de productores asentados en él, explotándolo y cuidándolo.

Creo también que hay un inmenso campo de actividad por desarrollar en la producción de cartografía, la aplicación de SIG, el desarrollo de catastro multifinalitario, la participación protagónica en la construcción de obras de ingeniería y la instalación y el funcionamiento de las industrias.

Para algunos colegas, en la práctica, la profesión queda constreñida a ser auxiliar técnico-gestorial del tráfico inmobiliario, sin considerar la utilidad, el destino o la significación social del objeto de su trabajo. Considero que no es bueno.

Por último, y no porque sea lo último, sin una rigurosa cultura de respeto por la ética profesional y un exigente y celoso custodio de la misma, creo que, aunque haya mucho trabajo, no podría haber futuro promisorio, ya no como profesional, sino simplemente como ser humano; en definitiva no podría haber orgullo profesional.

¿Año 2030?

Es seguro que el desarrollo científico-técnico va a seguir avanzando. La Agrimensura puede brindar a la sociedad su capacidad de cuantificar el espacio para manejarlo adecuadamente, ya sea con fines legales, constructivos, planificación, preservación, etc.

Otras profesiones, varias, tienen que ver con el conocimiento y el uso del espacio terrestre, tanto en cuestiones jurídicas como productivas, físicas, históricas, etc., pero no tienen los conocimientos, la técnica y, si se quiere, el arte necesario para representar ese espacio en términos precisos, numéricos, en vinculación con causas y fines diversos, que permitan un manejo adecuado del espacio.

No estoy en condiciones de imaginar las herramientas técnicas disponibles en el 2030, pero estoy seguro que lo más importante seguirá siendo el grado de conocimientos que el profesional disponga para manejar ese arsenal instrumental.

Imagino, y deseo, un agrimensor con mayor vinculación a los problemas sociales, y, a la vez, un mejor nivel de formación científico-técnica.

 

3. ¿Que materias o temas consideras importante para agregar a nuestra currículo profesional  y que las Escuelas de Agrimensura deban agregar?

Respuesta AM: Se me ocurre que el más interesante es el tema del planeamiento, tanto urbano como rural, en el contexto del planeamiento regional propio de cada zona. Sería muy interesante que la población viera en el agrimensor uno de los profesionales a quien acudir para lograr el mejor uso del espacio, tanto social como privado.

 

4. ¿Podrías mencionar algunas ventajas y desventajas que tiene nuestra profesión? La idea que me anima a hacerte esta pregunta es ayudar a decidir a los jóvenes que desean seguir nuestros pasos.

Respuesta AM: A mi juicio es necesario que la profesión garantice el bienestar del profesional y de su familia. Uno puede conformarse con eso, pero si además quiere disfrutar el ejercicio de la profesión me parece que le deben gustar al menos cinco cosas

–       Ejercitar un manejo adecuado de la matemática aplicada

–       Lograr un manejo flexible de la herramienta informática

–       Tener interés en acceder a ciertas nociones de derecho y economía

–       Disfrutar del contacto con la naturaleza y el trabajo al aire libre

–       Contar con al menos alguna pizca de alma de gitano, es decir la predisposición para desplazarse a donde la tarea lo reclame

En otras profesiones el paciente, el cliente o el comitente llevan sus problemas al laboratorio, estudio, o como se llame el lugar en que el profesional ejerce la parte principal de su labor. En nuestro caso, donde el objeto de trabajo es el espacio, o mejor dicho una parte de él, el profesional debe ir al lugar donde ejerce parte esencial de su labor.

 

5. ¿Cuéntanos alguna experiencia o anécdota que hayas vivido en tu vida profesional?

Respuesta AM: Las anécdotas son incontables. Me limito a señalar sólo algunas experiencias no tan habituales: entre los trabajos realizados me tocaron varios (ad-honorem) de los cuales menciono la medición de la longitud de una cancha para carreras de caballos llamadas cuadreras, el replanteo de niveles para lograr un fácil escurrimiento del agua de lluvia en una cancha de fútbol o el replanteo de una cancha para el deporte del polo.

En otro orden lleva mi firma la certificación de longitud (tolerancia debajo del cm) de la pileta de natación de la Universidad Nacional de Rosario, condición para su habilitación en competencias olímpicas.

También llevan mi firma las coordenadas de las balizas (aproximadamente a 120 m de altura) del puente sobre el río Paraná, en la conexión vial entre las ciudades de Rosario a Victoria, cumpliendo requerimientos de la Fuerza Aérea para el tránsito de aeronaves.

Quiero agregar que las experiencias más satisfactorias me han ocurrido en la construcción de importantes obras de ingeniería y en el montaje y mantenimiento de industrias, donde pude sentirme protagonista de la erección de estructuras enormes y el funcionamiento adecuado de grandes maquinarias, donde pude desplegar mis conocimientos con total amplitud, donde en casos era necesario garantizar una tolerancia de un metro cúbico y en otros de una décima de milímetro.

 

6. ¿A esta altura de tu profesión, es decir la de un profesional reconocido, podrías dar algún consejo o advertencia a los profesionales que se inician?

Respuesta AM: No mucho, y más reflexiones que consejos o advertencias.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que siempre hay que estar aprendiendo; y hay tres maneras de aprender, del estudio, de la experiencia y de los demás.

La otra es sobre la honestidad, con uno mismo y con los demás.

Debo decir, justamente para ser honesto, que en nuestra profesión, como en cualquier otra, hay algunos individuos que actúan al margen del respeto de principios éticos, en mayor o menor medida; eso no es extraño y es inevitable. Sin embargo creo que nuestros Colegios Profesionales, en la mayoría de los casos, tienden a actuar con un mal entendido sentido corporativo de defensa, donde la ética pasa a segundo lugar o incluso conscientemente se consiente su violación.

 

7 . ¿Quieres agregar algo más?

Respuesta AM: Si hay alguien que llegó hasta aquí con la lectura, se lo agradezco y estoy a su disposición, si en algo puedo serle útil

(aldomangiaterra@gmail.com)

(32º 55´ 29.5” S  60º 40´ 01.5” W)

 

Aldo Mangiaterra
Aldo Mangiaterra

 

 

2 comentarios en “Entrevistas: Aldo Mangiaterra”

  1. Excelente Profesor, del cual fui alumno y ex director de nuestro trabajo final; gran Profesional y mas que nada una gran persona que me enorgullece haber conocido en esta profesión y haber compartido momentos tan gratos!! Todo un ejemplo que me enseño muchas cosas que me han llevado a ser lo que hoy soy.

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  2. Estimado colega Aldo, no has sido mi profesor durante mi época de estudiantes de grado, pero lo eres desde que te conocí.

    Compartimos mate con bizcochos, asado en la isla frente a Rosario, publicaciones científicas, discusiones varias, en fin, cosas de Agrimensores…

    No me sorprende tu visión futura, aún siendo un geodesta, concuerdas que la profesión estará más próxima del planeamiento y de la economía (pero georreferenciada, ha!), convergimos los tres con hace Mario Piumetto.

    También destaco y comparto con vos los deseos materializados en dos frases:

    …ética profesional y un exigente y celoso custodio de la misma…

    … un agrimensor con mayor vinculación a los problemas sociales, y, a la vez, un mejor nivel de formación científico-técnica.

    Ahí vamos, desde diferentes frentes creando espacios para que esto se concrete.

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