El role del agrimensor en el tema del cambio climático y temas de medio ambiente

Hace un tiempo ronda por mi cabeza que el tema a resolver por nuestras sociedades en los próximos años es el equilibrio entre tres factores que actúan entre sí y que hacen al desarrollo sostenible. Ellos son: la producción de bienes y servicios, el problema social y el cuidado del medio ambiente.

En la óptica de todos, el primero es negativo y los otros dos son positivos. Pareciera que uno es el motor generador de los problemas y los otros sufren las consecuencias. Sin embargo, cada uno de ellos tiene las dos caras del teatro griego: la tragedia y la comedia. Dos caras tiene la moneda de cada uno de ellos.

La cara triste de la producción y los servicios es la contaminación ambiental y la generación de injusticias sociales provocadas por el capitalismo a ultranza sin una mirada social. Todo ello adornado y promovido por una cultura egoísta y perniciosa del «sálvese quién pueda»que ensucia el objetivo necesario de lo productivo y promueve lo banal. La cara alegre es la posibilidad de vivir mejor y tener bienes para gozar y distribuir.

La cara triste de la pobreza es la falta de opciones, es decir: la falta de libertad de elegir, pero también y fundamentalmente la condición de vivir en ese estado. La falta de acceso a los servicios de salud, a la alimentación de bienes comestibles, vivienda, justicia y cultura son estigma de los pobres. Y ello yace aumentado por el horror de la droga, transversal a todas las clases sociales. El motor que nos preocupa como consecuencias de la pobreza es la inseguridad  aunque debería serlo la solidaridad y la justicia social. La cara buena de la pobreza, es lamentable, no la tiene. Quizás podría ser para el pobre, desde el punto de vista humano, tener la esperanza y el espíritu de lucha para lograr un futuro mejor, valores que  las clases acomodadas generalmente  no poseen. Pero no siempre ese espíritu abarca a todos los pobres. La mayoría de ellos,  sumidos por la desesperación y sin la fuerza de una educación salvadora, son perdedores en la batalla por el progreso.

Por último, el tema ambiental. El empezó siendo un ruido de algunos soñadores, adelantados y/o visionarios, enamorados del ambiente natural. Sin embargo en estos días descubrimos que detrás lo ambiental hay un motor de consecuencias devastadoras denominado: «el cambio climático» resultado del efecto invernadero causado por las emisiones excesivas de carbono. La cara mala del tema es una realidad: el aumento de temperatura esta probada científicamente y sus consecuencias a nivel ambiental pueden ser devastadoras. La cara buena de lo ambiental es vivir en una tierra proveedora de bienes y servicios sostenibles que nos permitan vivir sanos y saludables a nosotros y nuestros descendientes, como fue en épocas históricas perdidas.

Ahora nos preguntamos: ¿Cuál es nuestro role como profesionales de la Agrimensura en este panorama?

Nuestra profesión tiene dos dimensiones que la sustentan; la legal y la técnica. Juntas hacen la Agrimensura. Por separado, los topógrafos y geomáticos trabajan en proveer información y conocimiento del territorio y de la geografía. También, muchos  colaborando en la construcción de infraestructuras. Por la otra dimensión, los orientados a la actividad legal, promueven y aplican viejas y nuevas normas legales para materializar en el terrenos los derechos de propiedad inmobiliaria, dar publicidad a esos derechos legales y co-construir la paz social. Juntas estas dimensiones se potencian en nuestra carrera y ambas nos apasionan.

El tema es que hoy el mundo planteado en los primeros párrafos nos exige ir mas allá. Debemos atravesar nuestras fronteras de seguridad y confort. Debemos dejar el límite de nuestra laguna e ir al océano de lo desconocido.

Dejar de servir únicamente a los factores productivos y sociales por medio de las mensuras y el conocimiento territorial y avanzar en cuestiones de cambio climático y medio ambiente es el nuevo desafío. Por gracias de la providencia; nuestra formación nos ha  preparado favorablemente para encarar los nuevos destinos. Veamos.

El cambio climático provoca dos acciones principales para su paliativo. La primera es el control de las emisiones contaminantes para la mitigación de las consecuencias del efecto. La segunda son acciones de adaptación al cambio climático como son; determinar las zonas vulnerables, promover acciones que aumenten la resilencia de las ciudades a los cambios desfavorables,  disminuir el riesgo ambiental y modelar evacuaciones ante desastres, entre otras.

En las dos acciones tenemos papeles que hacer. En  la primera, por medio de los Sistemas de Información Geográfica y la Tele-detección coadyuvar al control de emisiones de carbono. Otras actividades, en el mismo sentido, son la provisión de información para determinar; corredores biológicos, administración de cambios de uso de la tierra, evaluaciones de los medios favorables como ser bosques, zonas de protección ambiental y espacios verdes y otros etcéteras. En la segunda, prever por medio de nuestros Modelos de Elevaciones del Terreno (MDE) las zonas afectadas por el aumento del nivel del mar (tema actual y prioritario de los estudios de la geodesia global ) en zonas costeras. También no menor; los mismos MDE resultan herramientas para determinar cuencas y escorrentías para prever las desastrosas consecuencias producidas por lluvias excesivas; causa de inundaciones y deslaves perjudiciales. En el mismo sentido, no debemos dejar de mencionar que las zonas primeramente afectadas son las de cotas bajas y donde viven los más pobres. La otra cara de la moneda son las terribles sequías y sus consecuencias en el aumento de tierras no productivas y sin cubierta vegetal.

En lo legal, el cambios climático también tiene consecuencias. Nuevas normas afectan y cambian nuestra forma de usar la tierra y producen  cambios en el derecho de propiedad. Estos derechos ahora son fortalecidos por una visión mas holística y humana, atendiendo a externalidades e internalidades que hay que considerar en un paradigma moderno del derecho y su aplicación territorial.

Finalizando, no puedo dejar de mencionar tres hechos que aceleran estos procesos, principalmente por nuestra posición de latinoamericanos y ciudadanos globales; ellos son: el aumento exponencial de la población, los procesos de urbanización, y la capacidad  de absorción y digestión de la tierra superada por la huella humana.

Y aquí tenemos otro desafío, no menor que el anterior; tenemos que cambiar de foco y pasar de la cartografía rural a la urbana. Nuestros servicios de información para los procesos de planificación, la provisión de datos por medio de las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDEs) y el catastro multi-propósito son temas prioritarios de la agenda de los agrimensores de hoy que necesita la vida urbana. Al respecto, creo que todos somos conscientes de la ayuda de los avances de las geo-tecnologías; estaciones totales, fotogrametría digital tradicional y cercana (drones), Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), SIG,  Teledetección, Tecnología de la Información e Internet (TICs). Todos ellos son parte, o deberían serlo, de la actual agenda universitaria.

Como podemos observar muchas son las actividades para hacer de los agrimensores que nos presentan la sociedad del futuro (de hoy; diciendo la verdad) para las cuales debemos estar preparados.

La preguntas que caben son:

—¿Seremos los agrimensores capaces de salir de la laguna venciendo nuestra zona de seguridad y comodidad y pasar a las dudas del inmenso océano que se nos presenta?

—¿Seremos capaces los agrimensores de superar las dificultades que nos hacen tener modos de defensa corporativos y pasar a promover actividades participativas integrándonos a trabajar en forma multidisciplinaria con otras profesiones para superar los temas comunes a todos?

Mi respuesta es : «Siempre los fuimos, lo demuestra nuestra historia»