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De la escultura al alma:
cómo una imagen puede revivir el Éxodo Jujeño
Cuando estuve en Jujuy a principio de este mes de junio, me detuve frente a un conjunto de esculturas que recrea uno de los momentos más conmovedores de nuestra historia: El Éxodo Jujeño de 1812. Un pueblo entero abandona su tierra para no dejarla en manos del enemigo guiado por la decisión y el coraje.
Lo que vi allí no fueron solo estatuas. Vi rostros endurecidos por la decisión, cuerpos cargando con más que objetos: cargaban su historia, su fe, su pertenencia. Luego, estas esculturas no escaparon a mi vocación de fotógrafo.
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Con esa emoción como punto de partida, en estos días decidí hacer una experiencia singular: a partir de las imágenes tomadas de las esculturas, recrear —con ayuda de la inteligencia artificial— las escenas que los artistas imaginaron, pero esta vez como si alguien las hubiese fotografiado en aquel entonces.
El resultado es una serie de imágenes en blanco y negro, dramáticas, veraces, donde la mirada de los protagonistas nos interpela desde otro tiempo. No hay adornos ni exageraciones. Solo humanidad y memoria.
Las imágenes, que comparto en este artículo a continuación, no pretenden reemplazar el maravilloso arte original de los escultores. Más bien, lo honra. Si bien también, nos permitimos preguntarnos: ¿qué recordamos cuando miramos una escultura? ¿En qué imágenes ellos se inspiraron y si las podemos reconstruir, con sensibilidad y respeto, con la IA?
No es menor, tampoco, que quizás este ejercicio sea una manera de traer al presente y renovar las emociones de un pueblo que supo elegir el sacrificio antes que la rendición. Y de paso, pensar cómo la tecnología —cuando se pone al servicio del arte y la historia— puede ser un puente, no una ruptura.
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Recreación visual del Éxodo Jujeño (1812), basada en esculturas fotografiadas en San Salvador de Jujuy. Generadas con inteligencia artificial (ChatGPT mejoradas con Ligtroom) a partir de capturas originales.
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El blog del profe José 