
Interesante cita de Mariano Grondona en un artículo político denominado «La torpeza, un factor olvidado», del Diario La Nación del 14 de Octubre del 2012 que quiero destacar:
«…. Decía Maquiavelo que hay tres clases de personas: las que saben, las que no saben y saben que no saben, y las que creen que saben. Las primeras pertenecen al reducido círculo de los sabios. Las que no saben pero saben que no saben se han puesto en el trabajoso camino del aprendizaje. Las que creen que saben, pero en verdad no saben, se han puesto, a su vez, en el camino de la ignorancia. Es que hay dos clases de ignorancia . Una, la ignorancia irremediable del soberbio que cree saber, pero no sabe y, por lo tanto, no aprende. Otra, la docta ignorancia de la que habló el filósofo renacentista Nicolás de Cusa cuando, al escribir el libro del mismo título, De la docta ignorancia , sostuvo que sólo el verdadero sabio puede medir la inmensidad de su ignorancia porque intuye el inconmensurable vacío que lo rodea, invitándolo a la humildad.El verdadero problema no es por ello no saber, porque en el fondo todos somos ignorantes, sino estar poseídos por la soberbia de los que se niegan a aprender porque no creen necesitarlo.»
La cita que realiza Grondona de Maquiavelo, la distinción de Nicolás de la Cusa, la clasificación que propone es de aplicación universal y vale la pena rescatarla. El tinte político, favorable o no, como lo aplica en el artículo, es harina de otro costal.
El desafío es preguntarnos en que categoría nos ubicamos como ejercicio de mejora personal.