Hebe Goldenhersch, la Hebe, o para nosotros la mamá de Ernesto Roitter fue una mujer admirable sin ninguna duda. Un hito a buscar. Buena, inteligente, una persona que debe ponernos muy orgullosos a todos los cordobeses de haberla contado entre nosotros. En particular; a los universitarios.
Hebe fue una trabajadora incansable, comprometida, luchadora infatigable con el progreso de la universidad. Seria, honesta, estudiosa, curiosa, estadista de rigurosa metodología y exitosos resultados, en fin: ejemplar.
Recuerdo hace muchos años (aproximadamente 18 años atrás) , acompañada por Raúl Nordio -otro luchador de la misma estirpe- cuando ambos observaron nuestro trabajo en Sistemas de Información Geográfica (SIG) inmediatamente apoyaron nuestra visión y la hicieron propia. Demás está decir, que en ese momento nadie conocía la tecnología y menos de apostar por ella. Corrían tiempos de MicroGIS, inmensas tablas digitalizadoras, y el inalcanzable ArcInfo. Sin embargo, ellos nos dieron un espacio en el Instituto de Estadística y Demografía en la Facultad de Ciencias Económicas, gestionaron la compra de equipamiento y nuestros alumnos de Agrimensura de la Facultad de Exactas pudieron realizar sus primeras prácticas en SIG. Cabe agregar y valorar que nuestros mapas digitales de Córdoba sirvieron para realizar las primeras experiencias en introducir las variable espacial en la planificación y ejecución de censos demográficos y electorales.
Hoy por la mañana tuve la noticia de su fallecimiento en su entrañable Mina Clavero. Mi corazón esta triste.
Aquí, mi enorme agradecimiento y homenaje a esta gran mujer.

Tuve el honor de ser su alumno, una profe capaz de pedir disculpas por faltarle un resultado en un análisis de regresiòn y salir corriendo al departamento a buscarlo para volver a la clase. Excelente persona. Una pérdida de esas que duelen mucho…
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