
.
Cumpliendo con el pedido del agrimensor José Belaga y en memoria de un grande de la Agrimensura como fue Juan Manuel Castagnino fallecido en estos días, reproduzco su correo y el texto adjunto a continuación:
…
Correo
Querido José María:
AGRIMENSOR JUAN MANUEL CASTAGNINO
IN MEMORIAM
Conocí a Juan Manuel allá por junio de 1980, cuando yo aún era estudiante de Agrimensura, y cursaba Catastro en la universidad Nacional de Rosario con su colaborador y gran profesor, el recordado Agrimensor Carlos Alberto Bianco.
En aquella oportunidad, junto con varios compañeros de estudios, concurrimos a una reunión organizada por Asociación de Profesionales de Agrimensura de Rosario (aún no existía el actual Colegio de Agrimensura), en la cual escuché por primera vez una charla de Juan Manuel, donde trató tanto el tema de la Ley Nacional de Catastro (por entonces la Ley 20440 estaba suspendida) como la necesidad de reformar y mejorar los planes de estudios de Agrimensura para jerarquizar su enseñanza, su perfil profesional y su importancia e inserción dentro de la sociedad.
Sabía de la labor y los logros de Castagnino, porque, si bien no era docente universitario, en nuestra Facultad era permanentemente citado, principalmente, en las clases de Catastro y de Agrimensura Legal y leíamos, estudiábamos y debatíamos sus escritos y publicaciones, así como también la historia de la publicidad inmobiliaria en Argentina y la necesidad de contar con una Ley Nacional de Catastro y el proceso de sanción (y luego suspensión) de la ya mítica ley Nº 20440.-
Castagnino tendría por entonces alrededor de 50 años de edad y ejercía la presidencia de FADA, además de integrar la Comisión directiva de la Asociación de profesionales de Agrimensura. Yo era un inquieto joven estudiante cercano a recibirme de 23 años y quedé fuertemente impresionado, tanto por su personalidad como por el despliegue inusitado de conocimientos del que hizo gala en aquella oportunidad.
En poco más de 90 minutos realizó una de las más contundentes y demoledoras fundamentaciones, tanto desde el punto de vista técnico, como histórico, jurídico, constitucional y hasta incluso sociológico, que yo haya escuchado alguna vez sobre la necesidad de una Ley Nacional de Catastro incorporada al Código Civil, que le otorgue a los Catastros provinciales, además de sus funciones valuatorias-fiscales, fines y efectos de derecho civil.
De voz fuerte, tono alto, viril, seguro de sí mismo, justificando cada una de sus palabras y expresiones, nunca dejaba lugar a dudas en sus exposiciones. Jamás lo noté tibio ni vacilante, se podía estar o no de acuerdo con sus políticas y estrategias, con su personalidad avasallante y por momentos autoritaria, con su fuerte ego, pero siempre mostró una entereza, un nivel de conocimientos (a modo de ejemplo le escuché “recitar” en varias ocasiones de memoria y sin leer varios artículos del Código Civil ¡¡¡suizo¡¡¡) y una altura intelectual, para abordar todos los temas que estudió a lo largo de su fructífera trayectoria, que han sido y son absolutamente incomparables.
Por nimias y ya irrelevantes cuestiones personales, que para nada vienen al caso rememorar, me alejé de Juan Manuel hacia mediados de los ´90 y nunca más volví a tener contacto personal con él, dado que además no se desempeñaba como docente universitario. Poco tiempo después de haber escuchado aquella charla en 1980, me recibí e ingresé de inmediato a la docencia en las áreas de Agrimensura Legal y Catastro, ya con el advenimiento de la democracia a fines de 1983.
Sin embargo, pese a no haber tenido contacto personal por casi 2 décadas, todos los años en mis cátedras de Agrimensura Legal y de Catastro, Juan Manuel ha estado permanentemente presente y varios de sus artículos y escritos son, aún hoy y lo seguirán siendo, material de estudio obligado para mis alumnos de Agrimensura.
Juan Manuel está, junto con mis queridos y recordados maestros Victor Haar, Héctor Oddone y Carlos Alberto Bianco, en el podio de mis “ídolos” (si se me permite la expresión deportiva) agrimensurales y ha sido, es y seguirá siendo fuente de inspiración, consulta permanente y estudio en los modestos y discretos aportes que, en el campo doctrinario del Catastro y la Agrimensura Legal, he hecho a lo largo de mi carrera.
En el día de ayer, tuve mesa de exámenes de Agrimensura Legal y, a modo de pequeño homenaje a su partida, el tema principal que tuvieron que desarrollar los alumnos fue: Teoría de Límites Territoriales.
Alguna vez, hace ya unos cuantos años, en alguna exposición a la que me invitaron en Córdoba y citándolo a Juan Manuel, me permití decir que él era “el mejor de los mejores”. Les ruego me permitan decir hoy (y sólo por hoy) que Juan Manuel fue, es y será “LA AGRIMENSURA”
Maestro, descanse en paz.
Prof. Agrim. Acad. José Belaga
FCEIA – UNR