Cuando hablamos sobre Catastro y tenemos diferencias de opinión, no aclaramos o distinguimos una especificación necesaria de hacer y que nos puede evitar situaciones enojosas o, al menos, incómodas.
La palabra Catastro siempre debe estar ligada a una jurisdicción y norma de aplicación, en cambio, si no lo hacemos, estamos hablando de un Catastro teórico o deseable a futuro. Quizás, de una generalización de la palabra.
Para evitar las diferencias mencionadas, podrÃamos hablar de una clasificación de los Catastros que contemple esta situación o criterio. La clasificación propuesta es la siguiente:
– Catastros normados o vigentes
– Catastros no normados, o  emergentes
Los primeros están vinculados a una jurisdicción y tienen un marco normativo determinado. El criterio de verdad está vinculado a lo que dice la ley. Tienen como caracterÃsticas principales las siguientes:
- Responden a una legislación vigente (ley, reglamentación , ordenanza).
- Son estáticos en un perÃodo de tiempo, se necesita una ley o reglamento nuevo para cambiarlo.
- Tiene un ámbito de aplicación. Su jurisdicción (Por ejemplo: la Provincia de Córdoba, un ejido municipal)
- Suelen ser poco permeables a los cambios.
- Tienen una fecha de comienzo de aplicación y perduran hasta que la norma origen siga vigente.
- Las dudas o huecos legislativos quedan sujetos al criterio y disposición de las autoridades de aplicación.
El catastro normado o  vigente, del cual nos quejamos o bendecimos,  es el que se deberÃa o debe cumplir.
Los segundos, son idealizaciones, proyectos en discusión y de posible construcción futura. Responden a un criterio de verdad ligado a la racionalidad y el sentido común.
Tienen como caracterÃsticas principales las siguientes:
- Son dinámicos, están sujetos a cambios sociales, económicos, ambientales, tecnológicos y/o culturales.
- No tienen un ámbito de aplicación. Son generalizaciones.
- Están en permanente discusión, no tienen un perÃodo fijo de tiempo de aplicación.
- Pueden marcar una tendencia o rumbo a seguir.
- Son permeables a los cambios producidos por la tecnologÃa.
Estos catastros son el ámbito propicio donde se generan las diferencias de opinión, dónde es válido opinar sobre como mejorarlos,  para  construir y poner un Catastro en función de las necesidades y cambios de la Sociedad (gente) que lo sustenta. Son los necesarios para mejorar las prestaciones  y los que permiten evolucionar a los primeros. Cabe aclarar que el Catastro vigente ha sido emergente en su momento y circunstancias.
El tema es como pasar rápidamente del segundo tipo al primero en virtud de mejorar y consensuar los posible cambios  sin necesidad de cambiar leyes. Pensemos que habitualmente las posibilidades de cambio están fuera del ámbito de las posibilidades técnicas y quedan a merced de la voluntad polÃtica del momento. Esta situación genera, en pocos años que los Catastros queden pronto vetustos y pasen a ser un problema en vez de una solución.
Parece que el camino más apropiado para que no suceda esta situación es generar leyes menos reglamentarias. Contemplar y entender que hay una jerarquÃa legislativa y que las leyes son más difÃciles de cambiar que las reglamentaciones. Que las reglamentaciones deben cumplir el espÃritu de las leyes, como las leyes deben cumplir con los preceptos de la Constitución. Pero que  las reglamentaciones deben quedar en el ámbito técnico/profesional dando flexibilidad a la institución catastral para que sea más permeable y adaptable a los cambios.
Quizás, queda para el debate, si las leyes deberÃan crear un espacio institucional donde debatir los cambios reglamentarios con los diferentes actores de la sociedad que forman el Catastro (Por ejemplo: representantes de la institución Catastral, de profesionales, de las universidades y de los usuarios finales).
Por último, y no menos importante, es el problema que se genera en la enseñanza del Catastro. La pregunta que cabe es: ¿Cúal Catastro enseñar?. El que debe ser o el que es. Estimo que los dos, pero debe hacerse la presente distinción.
Como siempre, espero vuestro aporte para que podamos construir juntos una opinión mas amplia y mejor.
Muy bueno José, le agregarÃa algo intermedio: el catastro real, que es un mix entre ambos, este Catastro real se caracterizarÃa por:
1) Es un catastro normado, que responde en lÃneas generales a una norma jurÃdica (Ley, Ordenanza, etc.), por lo tanto tiene muchas de las caracterÃsticas que vos planteas, aunque alguna de ellas atenuadas.
2) Nace de la necesidad de aggiornar la norma para adaptarla a la realidad actual.
3) Busca resolver los nuevos desafÃos sin apartarse demasiado de la norma regulatoria, apelando a interpretaciones doctrinarias que le permiten ser más flexible.
4) De a cuenta gotas va introduciones pequeñas modificaciones en la norma para evitar entrar en conflicto con ella.
5) Apela a Reglamentaciones (de menor jerarquÃa que la norma madre) para introducir algunas variantes que, en principio, si bien no están contempladas en la norma madre, al no estar en expresa contradicción con ella, no son discutidas ni puestas en tela de juicio por el beneficio evidente que tienen.
Coincido con vos que el camino más apropiado es ir por leyes menos reglamentaristas, es decir, ir a leyes de principios, dejando lo operativo para la Reglamentación. Si bien esto da mucho poder a la Administración, entiendo que es la única manera de poder avanzar conforme las necesidades y de la mano con las nuevas tecnologÃas.
No estamos ante un cambio de modelo simplemente, estamos ante un cambio de paradigma; el paradigma catastral de los 60/70 fue muy bueno y resolvió muchos problemas, pero como todo paradigma, esta llegando a su fin, ya no resuelve todos los problemas, y peor aún, comienza a generar los propios.
Basta algunos ejemplos para demostrarlo: el papel; el uso del papel merjoró sustancialmente la forma de resguardar y dar la publicidad catastral, pero hoy en dÃa comienza a ser un problema, no solo ambiental, sino también de custodia del mismo; los archivos crecen geométricamente, el espacio destinado a los mismos es siempre insuficiente, el manejo diario de los mismos los deteriora, como soporte de la información son inseguros (sustracción, adulteración, etc.) y el riesgo de destrucción es cada vez mayor.
Las bases de datos eran para consulta, pero siempre se terminaba contrastando con el papel; hoy en dÃa tenemos si o si que hablar de Sistemas de Información Territorial, y el sistema deja de ser fuente de consulta, para pasar a ser plataforma de trabajo, el papel quedará en principio como respaldo, pero a la larga terminará por dejar paso al expediente electrónico, y con servicios web podamos tener la información catastral en nuestra casa o estudio, a la hora que sea el dÃa que sea.
Estamos ante la lógica de los cambios normativos, la realidad siempre va un paso adelante, las adecuaciones normativas van por detrás, por una necesidad lógica de ver como se desarrolla esa realidad para ir viendo como se la regula; de nada vale regular en el aire, tratando de anticiparse a la realidad, puede que los pronósticos no se den. Primero hay que analizar la realidad, ver como se desarrolla y luego, de ser necesario, regularla normativamente.
En cuanto a la enseñanza, creo que debemos diferenciar en:
1) teorÃa pura (desentendida de la realidad de una jurisdicción determinada), donde se vean los principios, aspectos y fundamentos del Catastro.
2) La práctica vigente aplicada a una jurisdicción, donde se vean aspectos operativos reales y concretos y las herramientas disponibles.
3) El catastro comparado, donde se analice los catastros vigentes en varias jurisdicciones, de ser posible, incorporar el análisis de sistemas catastrales de otros paÃses, incluso del common law o de origen oriental, no solo latinos. No creernos que nuestros catastros son la panacea, aunque si reconocer que hay sido, con sus virtudes y defectos, construcciones doctrinarias y técnicas muy eficientes.
4) El catastro del futuro, con una mirada crÃtica (en el sentido estricto no peyorativo del concepto «critica» como examen exhaustivo) de las herramientas y tecnologÃas disponibles, y de como puede aportar a mejorar nuestros catastros.
Aportando y arriesgando se avanza, negando la realidad nos estancamos en el tiempo, por allà estaremos cómodos con lo que tenemos, pero de seguro no estaremos bien.
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Gracias Gustavo por tu contribución:
Entiendo que las diferenciaciones que estamos haciendo contribuyen a razonar sobre el tema Catastro. En cuanto a tus observaciones son por demás pertinentes. Espero que se sigan sumando opiniones y que podamos construir juntos una mejor comprensión del tema.
En cuanto a tus conceptos de como desarrollar el tema en el ámbito educativo, tu contribución parece muy adecuada.
Espero que coincidas que el tema no está terminado y que quedemos atentos a otras opiniones valiosas.
Un abrazo, José
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José, siempre me pregunto que sería, que resultado obtendríamos, aprenderían mas los alumnos . . ., respecto de una porción de terreno donde hay una zona urbana y suburbana, proyectada para una población de 1.000.000 de habitantes por ejemplo. Por ahí se me cruza o nace la idea de acoplar o tener alguna semejanza con la de «resolver casos de aprender resolviendo Problemas»
Abrazo,
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