Algunas veces uno quiere escribir sentimientos y no encuentra la forma. No haya palabras adecuadas. Entonces, abandona la tarea con un dejo de sabor amargo. Sin embargo, la vida compensa y le presenta letras escritas por otras personas que lo relevan de hacerlo. Palabras superadoras de las que uno puede escribir. Este es el caso. Encontré la siguiente frase en homenaje a Alfredo Alcón —gloria del teatro y del cine nacional—.
Lo lamento mucho, Don Alfredo. Con usted parece irse también la hidalguía de una época que ya a nadie parece importar, esa que brillaba en su rostro y en su voz, y de la que era estandarte y referencia. Único señor, adiós. Javier Rodríguez DelaReta
¡Qué fortuna tener amigos como Javier! . Con que claridad, sus palabras, expresan mis sentimientos. «¡Chapeau Javier!», «¡Chapeau Don Alfredo!»

