Siguiendo con las entrevistas prometidas, a continuación tenemos el orgullo de hacerlo con el agrimensor Carlos Gustavo Diez. Como es público, Carlos ejerce la presidencia de la Federación Argentina de Agrimensores (FADA) desde el 2014 y ha sido elegido por un nuevo período hasta el 2018.
Muchas gracias por tu tiempo, aprecio mucho tu deferencia de acceder a mi pedido.
Entrevista a Carlos Gustavo Diez
1. ¿Puedes contarme en dónde te has recibido, cuantos años de profesión tienes y a qué te has dedicado?. Si quieres, puedes agregar algún otro dato personal para que nuestros lectores te puedan conocer un poco más.
Respuesta CGD: Egresé de la Facultad de Ciencias Exactas y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste el 28 de diciembre de 1983.
Trabajé en mis primeros años en relación de dependencia en el Instituto de Colonización, organismo que administra las tierras fiscales de la provincia del Chaco, haciendo mis primeras experiencias en trabajos de campo con teodolito y cinta métrica. Luego me desempeñé en la Subsecretaría de Asuntos Municipales, como Jefe del Departamento Tierras Fiscales, cumpliendo funciones administrativas en la registración de títulos administrativos emitidos por municipios de segunda y tercera categoría, además de una diversidad de tareas como ampliación de ejidos municipales, y fundamentalmente, en la actualización de los catastros de ciudades del interior del Chaco, en un gran trabajo realizado en forma conjunta con la Dirección de Catastro y Cartografía provincial. Luego, desde el año 1991 en adelante, renuncié y me dediqué al ejercicio profesional independiente hasta el presente.
2. ¿Cómo vez a futuro nuestra profesión? ¿Cómo imaginas un agrimensor en el año 2030?.
Respuesta CGD: Es muy buena esta pregunta, pero para proyectar el futuro inevitablemente debo analizar el presente de la agrimensura argentina de acuerdo a mi visión actual, y en base a ello, proyectar el futuro en base a objetivos que considero prioritarios tanto desde la agrimensura en general, como desde el ejercicio profesional en particular.
Como primera reflexión me parece imprescindible detenerse en los grandes cambios que fueron produciendo las nuevas tecnologías en la agrimensura, proceso que viví a pleno durante el desarrollo de mi vida profesional, pasando del teodolito y los cálculos con calculadoras, a la estación total y el comienzo de la era digital con el espectacular y vertiginoso proceso producido desde el ingreso de las computadoras al mercado laboral de los profesionales de la agrimensura, sumado al también sorprendente auge de la tecnología GPS. Todo este proceso, que ha revolucionado no solamente a la agrimensura sino a la sociedad toda, lleva solamente 25 años o un poco más.
Una experiencia que a mí en lo particular me ha parecido riquísima, y me ha permitido tener una visión bastante abarcadora de la realidad del ejercicio profesional de la agrimensura, y lo que representan las nuevas tecnologías en muchas provincias argentinas, ha sido participar en las Jornadas de Capacitación en Georreferenciación del Instituto Geográfico Nacional, iniciativa compartida, además de FADA, con el Consejo Federal de Catastro. Estas Jornadas me permitieron tomar contacto directo en cada una de las provincias donde se realizaron, (14 ya, desde julio de 2013 hasta el presente) con distintas generaciones de agrimensores, con los que pude, además de las propias participaciones en las actividades, en las que se produjeron muy buenos intercambios de preguntas y respuestas con los capacitadores del IGN dirigidos por el Director Nacional agrim. Sergio Cimbaro, dialogar personalmente con muchos de ellos en los intervalos, los que contaron sus propias experiencias, y pude apreciar las distintas visiones de los colegas jóvenes, con mucho interés en las nuevas tecnologías pero poca experiencia en lo que hace a la determinación de límites parcelarios, y, por el contrario, agrimensores de muchos años de ejercicio profesional, a los que les cuesta más comprender y adaptarse a estos grandes cambios tecnológicos, los que, en lo esencial, no cambian en absoluto los conceptos centrales de la Geodesia.
Estas Jornadas, que tuvieron muy alta asistencia en todas y cada una de las provincias donde se realizaron, con mucha divulgación y con presencia de autoridades provinciales y audiencias con gobernadores, constituyeron una muy buena oportunidad para dejar muy en claro uno de los grandes objetivos de la agrimensura nacional: «La aplicación plena en todas las provincias de la Ley Nacional de Catastro 26.209». Sin dudas que esta ley jerarquiza el rol del agrimensor ya que la misma le da plena responsabilidad profesional por la constitución y verificación del estado parcelario que realiza, y es esa verificación de subsistencia parcelaria la que le da sustento al certificado catastral, que ahora tiene la misma jerarquía jurídica que el certificado de dominio que emiten los Registros de Propiedad Inmueble.
Y acá voy llegando a lo que me parece tiene que ser el rol central del agrimensor en la sociedad del futuro: la trascendente misión de determinar límites en base a causas jurídicas, utilizando para ello, además de su «criterio», como magistralmente lo definió Juan Segundo Fernández allá por 1870, las actuales y futuras tecnologías, en pro de perfeccionar cada vez más su labor profesional, para lo cual deberá capacitarse, formarse y, lo que es más importante aún, ponerle toda la pasión en la búsqueda de la excelencia profesional.
Este es para mí el gran desafío de la agrimensura, y en ello FADA y los distintos Colegios y Consejos que la integran tienen un gran trabajo que llevar adelante, que es la integración de las distintas generaciones de agrimensores en pos de un mismo objetivo, haciendo tomar conciencia de que las nuevas tecnologías por sí solas no dan las respuestas que la sociedad requiere en cuanto a certeza en la determinación de límites parcelarios que provienen de causas jurídicas, ya que primeramente el agrimensor debe establecerlos en base a su criterio profesional, y luego sí, mediante el uso de las cada vez más avanzadas tecnologías, medirlos y georreferenciarlos.
También considero que el agrimensor debe esforzarse en su formación, ya que deberá tener un rol protagónico en el inmenso campo profesional que constituyen los Sistemas de Información Territorial, las IDES, nuevas tecnologías en la generación de información territorial, etc.
3. ¿Qué materias o temas consideras importante para agregar a nuestra currícula profesional que las Escuelas de Agrimensura deban agregar?
Respuesta CGD: Respecto a las Escuelas de Agrimensura, FADA está trabajando codo a codo con CONEA en todos los procesos conflictivos de crónicas pretensiones por parte de la ingeniería civil de obtener incumbencias en la ejecución y registración de mensuras en los catastros provinciales. Pretensiones que han quedado absolutamente resueltas a favor de la Agrimensura en los años 2014 y 2015 con las contundentes Resoluciones 2.145/14 y 1.633/15 del Ministerio de Educación de la Nación.
También CONEA está trabajando muy fuertemente en aportar al proceso de reformulación de las actividades reservadas incluidas en el art. 43 que se está llevando adelante en el Consejo Interuniversitario Nacional.
FADA ha trabajado en forma conjunta y se han fijado como únicas actividades reservadas que comprometen el interés público: la mensura y el Catastro. Tal como ya lo había establecido el Acuerdo Plenario 15 del Consejo de Universidades, previo a la Resolución 1.054/02, que incorporó la Ingeniería en Agrimensura al art. 43 de la ley de Educación Superior.
Textualmente dice en un párrafo de los Considerandos el AC 15:
“…que justifican la inclusión de la agrimensura en los alcances del artículo 43 de la Ley de Educación Superior y especialmente la actividad de la mensura, como comprometedora del interés público en la determinación de límites de derechos reales de propiedad y en el catastro, donde la actividad pone en riesgo los bienes y derechos de las personas.”
En lo que hace a la respuesta específica a esta pregunta del cuestionario, y en atención a la necesaria síntesis de mi respuesta, sugiero la lectura minuciosa del excelente documento emitido por el Consejo Federal de Catastro en respuesta a una inquietud de la Directora de la Escuela de Agrimensura de la Facultad de Ciencias Exactas, Ing. y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario, colega María Cristina Pacino. Sin dudas que la claridad conceptual de este documento, y viniendo del propio Consejo Federal de Catastro, entidad que nace jurídicamente nada menos que con la ley Nacional de Catastro 26.209, hace que el mismo sea un permanente elemento de consulta para la Agrimensura Nacional.
4. ¿Podrías mencionar algunas ventajas y desventajas que tiene nuestra profesión?. La idea que me anima a hacerte esta pregunta es ayudar a decidir a los jóvenes que desean seguir nuestros pasos.?
Respuesta CGD: Para responder a esta pregunta tengo recurrir a un análisis estrictamente personal, y la reflexión que me surge inmediata y espontáneamente, como profesional independiente que soy, es la libertad de manejar mis tiempos y tomar decisiones sin rendir cuentas más que a mi propia responsabilidad y ética profesional. También me apasiona el hecho de que cada trabajo nos somete a un desafío absolutamente distinto, diferente a los anteriores, y me parece que esa es una de las cosas más hermosas que tiene la vida, como dice la canción de Serrat: «Caminante no hay caminos, se hace camino al andar…»
5. ¿Cuéntanos alguna experiencia o anécdota que hayas vivido en tu vida profesional?
Respuesta CGD: Si tengo que contar alguna experiencia profesional, inmediatamente me viene a la memoria el gran desafío que constituyó para mí la realización de la mensura de la Reserva Grande del Impenetrable, tarea profesional realizada en el año 2011 conjuntamente con otros 2 colegas, los que encabezamos 3 equipos, en los que tuvimos la excelente experiencia de contar con la participación de algunos estudiantes avanzados de agrimensura, hoy ya colegas. Esta Reserva se ubica en los Departamentos Almirante Brown y Guemes, en el Nord Oeste de la provincia del Chaco, y tiene una superficie de 306.000 has.
La planificación y ejecución de este trabajo significó un gran desafío para todos los que participamos, dada la gran dimensión territorial de su superficie y las características de sus límites, como fue la medición y relevamiento de su límite Norte que es el río Bermejito, donde pudimos experimentar, a través de la navegación de su cauce, la gran belleza de la flora y fauna de una zona con una biodiversidad increíble, viendo ejemplares autóctonos como carpinchos, yacarés, pumas, guazunchos, etc.
Esta mensura también fue una comprobación de las bondades de las nuevas tecnologías en cuanto a eficiencia y precisión, ya que se realizó absolutamente georreferenciada con equipos de frecuencia L2.
También en lo social fue muy gratificante haber participado en esta reparación histórica que significó el hecho de la restitución de esta reserva a las comunidades wichí, toba y mocoví.
6. ¿A esta altura de tu profesión, es decir la de un profesional reconocido, podrías dar algún consejo o advertencia a los profesionales que se inician?
Respuesta CGD: Mi reflexión, más que consejo, pasa por transmitir a los colegas que recién se inician, que tengan plena conciencia del extraordinario momento que vive la agrimensura argentina desde la promulgación de la Ley Nacional de Catastro 26.209, la que marca un antes y un después para nuestro ejercicio profesional, ya que esta ley, que fue ratificada plenamente por el nuevo Código Civil y Comercial que entró en vigencia a partir del 1 de agosto de 2015, establece en su artículo 12 la obligatoriedad para los funcionarios de los Registros de la Propiedad, en los actos por los que se constituyen, transmiten, declaren o modifiquen derechos reales sobre inmuebles, de tener a la vista el certificado catastral y relacionar su contenido con el cuerpo de la escritura. Para que los organismos catastrales emitan el certificado catastral, la misma ley establece que el estado parcelario deberá estar determinado mediante acto de mensura ejecutados por profesionales con incumbencia en Agrimensura, constituido mediante la registración del plano en los Catastros, y verificada la subsistencia de estado parcelario por acto de mensura.
7 . ¿Quieres agregar algo más?
Respuesta CGD: Agradecer al colega José Ciampagna por la invitación y mis felicitaciones por su gran aporte a la difusión de los más importantes temas de la Agrimensura Argentina.

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Carlos Gustavo Diez
Agrimensor nacional, egresado en diciembre de 1983 de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura , dependiente de la Universidad Nacional del Nordeste.
Profesional de campaña Instituto de Colonización del Chaco, período años 1984 a 1986.
Jefe Departamento Tierras Fiscales Subsecretaría de Asuntos Municipales , Ministerio de Gobierno del Chaco, período años 1986 a 1991.
Ejercicio profesional ininterrumpido en las provincias de Chaco, Misiones, Corrientes, y Santa Fé desde el año 1991 a la fecha.
Presidente de la Asociación Chaqueña de Agrimensores. Períodos 2005-2006, 2007-2008, 2008-2009, 2010-2011, 2012-2013 y 2014-2015
Presidente del Consejo Profesional de Agrimensores, Arquitectos e Ingenieros del Chaco. Períodos 2005-2006, 2006-2007 y 2013-2014.
Presidente del Comité Consultivo Permanente sobre el ejercicio Profesional de la Agrimensura (COPEA). Período 2008-2010.
Presidente de la Federación de Entidades Universitarias del Chaco. Período 2014-2016.
Presidente de la Federación Argentina de Agrimensores (FADA). Período 2014-2016, 2016-2018
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Qué bueno que la gente conozca a los apasionados por su profesión!
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Excelente articulo, saludos desde Colombia
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