Entrevista a Fernando Fontela

Fernando Fontela fue uno de mis  compañeros de estudios de la carrera de agrimensura en la Universidad de Morón. Allí lo conocí.  Estudiábamos juntos; recuerdo varios fines de semana estudiando en su departamento alterando la vida de su familia. Luego de recibidos, cada uno tomó su camino. No nos vimos más. Sin embargo, un amigo en común que estaba en contacto con él —nuestro colega Armando del Bianco— me contaba de sus trabajos en Yaciretá y sus notables progresos profesionales en topografía de obra. El flaco Fontela,  me ponía al tanto Armando, era el jefe de topografía de todo el Complejo, una de las obra más grandes de aquellos tiempos.

Los que trabajamos en obra, sabemos de la importancia y responsabilidad que tiene un agrimensor en esa área. Si bien, también conocemos que nadie le da valor al sector «Topografía» hasta que se produce un problema. En ese momento,  todos se acuerdan de los topógrafos de obra y sus jefes. El paro que produce un error topográfico cambia todos los planes de trabajo, la producción no sigue y los costos asociados son inconmensurables, más allá de que en algunos casos, es necesaria la demolición de la obra asociada al error. Hay que volver a empezar y se duda de todo. Un desastre y toda la responsabilidad cae en el jefe de topografía.

Epistolarmente relacionados, Fernando es muy atento con sus correos de fin de año y salutaciones por distintos motivos, aproveché esta situación para pedirle que acepte mi propuesta de entrevista. A continuación los resultados y ¡Chapeau Flaco…., por todo lo que hiciste en topografía de obra…!

 

Entrevista

¿Puedes contarme en dónde te has recibido, cuantos años de profesión tienes y a qué te has dedicado?. Si quieres, puedes agregar algún otro dato personal  para que nuestros lectores te puedan conocer un poco más.

Respuesta: Soy egresado de la facultad de ingeniería de la Universidad de Morón, con el título de Agrimensor en el año 1973, debiendo rendir, además  de las carreras de grado, un examen de revalidación de carrera ante un tribunal formado  por profesores de  la UBA, la Universidad de La Plata  y la Universidad de Morón. Este examen tenía que ver con estándares de calidad que fijo  la Universidad de Morón para la época.

Tengo 40 años de ejercicio de la profesión, de los cuales los primeros cinco, los dedique  a la disciplinas de catastro, mensura, PH y tareas conexas a la Agrimensura Legal. Los restantes 35 años me especialice en topografía aplicada a grandes obras.

¿Cómo vez a futuro nuestra profesión? ¿Cómo imaginas un agrimensor en el año 2030?.

Respuesta: Atendiendo a los cambios que han tenido las disciplinas, las metodologías y los avances técnicos, en especial: los sistemas de posicionamiento satelital y las computadoras, yo imagino un futuro brillante y mucho más amplio de lo que es ahora. Ampliemos un poco este concepto. Cuando yo me gradué la carrera tenía 24 materias anuales y 4 años de duración, hoy las universidades en nuestro país están aprobando un ingeniero agrimensor con más de 50 materias cuatrimestrales y cinco años de duración. Cuando yo estaba cursando solo existía una materia  -—Vías de Comunicación— que atendía una preparación muy básica para obras ferroviarias, viales, canales y aeropuertos. Hoy en día, el mercado está pidiendo agrimensores que manejen los términos como relevamientos para proyectar todo tipo de obras, topografía de replanteo de obras, controles sistemáticos para problemas ambientales, controles sistémicos para controlar movimientos de las obras ejecutadas y en el uso –topografía de precisión— de un muy fino análisis de la monumentación, envejecimiento de las coordenadas de los puntos, revisión del concepto de punto fijo y la influencia de los movimientos telúricos de la corteza terrestre.

Esta descripción es meramente indicativa y superficial, pero hasta donde he podido ver, las universidades se han actualizado, pero no lo suficiente y eso atenta a veces contra un buen desarrollo de las prácticas topográficas porque nos encontramos con profesionales académicamente impecables, pero con falencias de conocimiento acerca de la realidad de la obra.

¿Que materias o temas consideras importante para agregar a nuestra currículo profesional  y que las Escuelas de Agrimensura deban agregar?

Respuesta: Las Universidades deben acompañar no solo el desarrollo de materias específicas sino también de los contenidos de las mismas y permítanme puntualizar algunos hechos que muestran como ha avanzado la ciencia y la técnica específicamente en nuestra profesión:

  • En la década del 70 podíamos ubicar un punto sobre la corteza terrestre con una exactitud bastante pobre por el método de triangulación desarrollado por Snellius en el siglo 15, era la época del máximo desarrollo del teodolito y los métodos de medición de ángulos estaban en su máximo desarrollo, muy pocos organismos disponían de distanciometros fundamentalmente por un problema de costos.
  • En la década del 80 hubo un desarrollo explosivo de las estaciones totales y distanciometros, es decir pasamos de la triangulación, al relevamiento/replanteo polar y a la trilateración. El impacto en las obras de estos avances fue notable.

Veamos con un ejemplo en 2 obras que conozco:

—Itaipú fue una obra que tuvo un grupo de profesionales y técnicos en la dirección de obra de alrededor de 400 personas con métodos de triangulación.

—Yacyretá con un desarrollo similar tubo un grupo de 40 personas para un cúmulo de tareas topográficas similar, pero con método polar.

  • La década del 90 trajo un gran desarrollo de los receptores satelitales y se vio un desarrollo que permitía construir redes con precisión centimetrica con post-procesamiento.
  • En 1997 la casa Wild, pionera en la producción de instrumental topográfico, fabricó el último teodolito Wild T2. Hoy el teodolito es una pieza de museo.
  • El dibujo asistido por computación y la generación de modelos tridimensionales aportaron una herramienta que permitía en un mismo día: ejecutar un relevamiento, producir un plano computarizado, proyectar una obra, y replantearla
  • Las décadas de 2000 y 2010 nos muestran el desarrollo de receptores satelitales en tiempo real que están al alcance de cualquier profesional con un mínimo de entrenamiento.

Debo señalar que, a diferencia de los métodos para relevar y/o replantear las coordenadas rectangulares de un punto, la determinación/replanteo de la cota del mismo punto y los métodos e instrumentos para tal fin se han mantenido prácticamente iguales en los últimos 50 años y conservan una vigencia notable.

Hoy en día se dictan varios niveles de topografía,  en cada una de esos niveles se debe dividir la materia en topografía de relevamiento y topografía de replanteo, esa es mi visión del nivel académico de la materia.

Sin duda recomendaría crear una materia que ponga al día el conocimiento de las estaciones totales, niveles, distanciómetros, distanciómetros láser, equipos receptores en tiempo real  GPS, GNSS, mantenimiento, proveedores.

También recomendaría ampliar los alcances de la topografía de precisión, y su aplicación en el comportamiento de grandes estructuras, ya sea movimientos planimétricos como altimétricos.

Recomendaría la creación de “contabilidad de obra” como materia del último año de carrera, mi experiencia fue que en la práctica el avance de obra y los ítems que tienen que ver con lo económico son una permanente fuente de conflictos y el profesional debe salir de la universidad con un conocimiento sólido.

Relevamiento hídrico sería una materia a considerar por lo menos en un nivel básico

¿Podrías mencionar algunas ventajas y desventajas que tiene nuestra profesión? La idea que me anima a hacerte esta pregunta es ayudar a decidir a los jóvenes que desean seguir nuestros pasos.? 

Respuesta: Como ventaja señalaría el conocimiento tanto de aparatos como de métodos, y software que nos da una ventaja estratégica ya que es muy difícil entrenarse en el uso de técnicas y aparatos, si no se cursa en la facultad de ingeniería.

La puesta en marcha de la cedula catastral lo veo como un verdadero logro ya que nos iguala a la competencia de los escribanos, aunque el hecho de que cada provincia entienda la ley de una manera distinta no favorece tanto el logro.

La incumbencia y nuestra participación en el rubro catastro económico deben ser contabilizadas como ventajas.

¿Cuéntanos alguna experiencia o anécdota que hayas vivido en tu vida profesional?

Respuesta: Entre los años 1978 y 1992 tuve vinculación directa con la represa hidroeléctrica de Yacyretá, culminando la gestión como jefe de la división topografía del consultor principal -Harza y consorciados C.I.D.Y.- con responsabilidad directa en todas la tareas civiles y electromecánicas en lo que hace a la  geometría del proyecto, como así también, el avance y certificación de obra, a cargo de un equipo de más de 40 personas entre agrimensores, ingenieros, técnicos y auxiliares.

Entre 1993 y 1997 el comitente -Entidad Binacional Yacyretá-  me incorporó como agrimensor para el seguimiento de diversos temas ambientales vinculados a la represa.

¿A esta altura de tu profesión, es decir la de un profesional reconocido, podrías dar algún consejo o advertencia a los profesionales que se inician?

Respuesta: Agradezco lo de profesional reconocido, aunque lo veo un poco excesivo.

No me atrevo a dar concejos, lo que si afirmar que, como agrimensor, van a encontrar una profesión maravillosa y un panorama profesional mucho más amplio de lo que imaginan.

¿Quieres agregar algo más?

Respuesta:  A continuación pongo a disposición de los que lean la entrevista una serie de fotos con algunos comentarios que me parecen oportunos:

 

Foto 1
Foto 1

Foto 1 – 1980. Profesionales ejecutando medición de ángulos, con método Bessel peso 4, Instrumental: Teodolito Wild T2. El proyecto topográfico consistía en una red de 135 mojones para el apoyo geométrico para una obra de 70 km de longitud. Los trabajos de campo llevaron alrededor de 9 meses y las tareas de gabinete 6 meses más. La metodología era de triangulación y poligonal compensada. La parte altimétrica consistía en la vinculación de la red al sistema IGM –Mareógrafo de Mar del Plata-.

Obviamente, la foto es una pieza de museo y solo sirve como referencia en cuanto a la disminución de los tiempos empleados en las tareas topográficas.

Foto 2
Foto 2
Foto 3
Foto 3

Fotos 2 y 3 – 2010.  Receptor GPS funcionando para determinar las coordenadas del mojón, el método era de relevamiento satelital con post-proceso. Se realizó una red topográfica  de una obra Ferroviaria de unos 50 km de longitud.  Los trabajos de campo para determinar las coordenadas X e Y para todos los mojones duraron 3 días y los trabajos de gabinete fueron del orden de 15 días. La determinación de las cotas de la red consistió en la vinculación altimétrica con el IGN mareógrafo de Mar del Plata

 

Foto 4
Foto 4

Foto 4 – Operación  de una sola persona con un receptor remoto satelital para el replanteo de un tramo de ferrocarril. El dispositivo determina simultáneamente las coordenadas X, Y y Z.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 comentario en “Entrevista a Fernando Fontela”

  1. Reblogueó esto en El blog del profe Joséy comentado:

    Muy buena entrevista a Fernando Fontela, genio total, uno de los excelentes agrimensores que le dio prestigio a la profesión durante su paso por el Proyecto Yacyretá, y cuya trayectoria profesional e interés por la evolución tecnológica siempre estuvieron acompañados por una gran responsabilidad. Fernado es uno de los tantos muy buenos ejemplos a seguir !!!

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