Las vacaciones nos brindan descanso y son acompañadas de viajes que nos permiten conocer lugares interesantes. El siguiente artículo refiere a compartir con Uds. la visita a un lugar de la provincia de Buenos Aires de estas vacaciones, concretamente, el Viejo Hotel Ostende y las playas de la zona.
Pedimos permiso para visitarlo, nos hospedábamos en las cercanías del lugar, el conserje amablemente nos permitió pasar con alguna precaución de no alterar a sus huéspedes y conocimos esta joya de nuestra cultura. Lo recorrimos; el lobby, la sala de lectura, el bar, el restaurante, escaleras y pasillos, la pileta, … , sacamos fotos, lo sentimos, nos dieron folletos que cuentan su historia, en definitiva; disfrutamos de la experiencia.
A continuación les doy a conocer algunos detalles del paseo:
En el folleto explicativo dice:
«Conocer el Viejo Hotel Ostende (VHO) es recorrer más de un siglo de historia de las playas argentinas. El VHO atesora el paso del tiempo en una arquitectura sólida y antojadiza, y la historia y cultura de uno de los balnearios más singulares de nuestra costa. Un Hotel con sello propio que, año a año, es elegido como destino turístico y cultural; y cuya vigencia es la perfecta combinación entre el respeto de sus orígenes y la permanente mirada hacia el futuro.»
Más adelante menciona:
«El VHO ha inspirado a lectores y escritores. En su novela policial, los que aman, odian, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares dan vida a Huberman, un excéntrico y atildado homeópata que busca «recluirse» en un hotel de playa para escribir un libro. Mejor dicho, para adaptar un libro al lenguaje cinematográfico.
En la primera página de la novela, aparecen deliciosamente condensados los elementos que también hoy describen la vida del hotel: un viaje en tren, la compañía de conocidos y desconocidos, delicada vajilla, manjares simples. Y una historia.
Y continúa:
«El joven francés Antoine de Saint-Exupéry pasó dos veranos en Ostende, y cuenta la leyenda que fue en un papel con membrete del hotel donde escribió su obra Vuelo nocturno. La Habitación 51, dónde se hospedó, se mantiene como una pieza de museo, decorada con sus objetos originales en homenaje al escritor de El principito».
A continuación, unas imágenes de objetos, del interior y exterior del hotel acompañadas de vistas de las playas de Ostende.
En blanco y negro:
Muchas Gracias José por compartir esta joya histórica de nuestras playas argentinas. Un abrazo
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Profe, gracias por este paseo. Es un lugar precioso.
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Muchas gracias por su comentario.
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Gracias por compartir querido amigo. El término Ostende está borrosamente en mi memoria por alguna conferencia o acuerdo Interamericano que hubo en el pasado que ubico en algún lugar en el Uruguay. Disfrute mucho tanto del lugar como de tu familia especialmente de tu nieto. Saludes a tu hijo. Abrazos, Merrill
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Gracias Merrill, me alegro que te haya gustado el post. Un abrazo y serán dados los saludos. De mi nieto imaginate las babas del abuelo, no hay toallas que alcancen.
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Lo mismo me sucede con mis nietas. Creo que confundí Ostende con Punta del Este en Uruguay. Saludos
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Entiendo que el nombre Ostende es el de una playa famosa belga. Puede ser que hayan tomado el nombre rememorando el lugar europeo. Punta del Este, como bien dices, es en Uruguay.
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