La revolución francesa

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« Con el infinito agradecimiento de permitirme «cobijo» en el blog. Gracias… !! »

Así versa la nota de envío de este artículo realizado por mi amigo Norberto Álvarez. Solo cabe responder gracias a vos por ilustrarnos de los hechos sucedidos en la Revolución Francesa que siguen teniendo enseñanzas válidas en la actualidad.

A continuación les transcribo el articulo mencionado:

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Revolución Tormentosa

«La Revolución Francesa»

La Guillotina

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«El optimismo es la locura de insistir en que todo está bien, cuando somos miserables».

Voltaire

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Con su inconfundible estilo de expresión Borges diría: «el hombre, ese peregrino de lo infinito, se encuentra a sí mismo no en la quietud solitaria de un cuarto sino en el tumulto cambiante de las circunstancias que el destino, ese otro laberinto, le propone. Cada decisión que toma, cada sendero que elige, no son sino reflejos de sus eternas contradicciones.»

Los debates historiográficos que se han sucedido en torno a la «Revolución francesa» engloban una multiplicidad de posturas interpretativas en la cuales es posible rastrear hasta los hechos contemporáneos que la componen.

La discusión sobre su inicio, duración, etapas, características y hechos sucedidos constituye un núcleo plagado de controversias, asimetrías ideológicas y cuestionamientos en el debate historiográfico, convirtiéndose en un tema insondable e inagotable en sus análisis.

Introducción

La Revolución Francesa marcó el fin del Antiguo Régimen y el inicio de un nuevo orden basado en:

«Libertad, igualdad y fraternidad»

Durante el periodo, entre los años 1789 y 1799, Francia experimentó cambios políticos y sociales profundos, incluyendo la abolición de privilegios y la instauración de un gobierno republicano.

Orígenes; Causas y Efectos.

La Revolución Francesa, se inició en 1789, siendo un lapso de profundos cambios políticos y sociales en Francia que tuvo repercusiones globales.

Sus raíces se encuentran en una combinación de factores, incluyendo una crisis económico-financiera aguda provocada por la participación de Francia en guerras costosas y el mantenimiento de un estilo de vida signado por la opulencia y el lujo por parte de la monarquía.

La estructura socio-estamental del antiguo régimen, estaba compuesta por:

  • La burguesía, sólo ambicionaba el  poder político y económico.
  • El clero, encubría y privilegiaba sus propios intereses, simulando y fingiendo una actitud pastoral auténtica.
  • La nobleza, se encontraba dividida en fracciones, desorientada por los cambios.
  • El pueblo llano, detentaba la miseria, afectado por la pobreza y la opresión, tributando impuestos gravosos sobre una parte de la franja de campesinos y labriegos.

Tales desequilibrios de equidad entre privilegios, prebendas y desigualdades. Fueron incubando insatisfacción, descontento y resentimiento sobre las bases del tejido social francés.

Las ideas ilustradas de filósofos y pensadores como Voltaire, Rousseau y Montesquieu, fueron considerados cómo los “padres espirituales” de la revolución. Ellos promovían la apertura hacia los estamentos de la democracia y la igualdad ante la ley, ejerciendo influencias sobre la población, la cual se formulaba consecuentemente cuestionamientos sobre la autoridad absolutista y despótica del monarca.

La introducción de nuevas ideas, encontró tierra fértil en una sociedad sedienta de justicia y equidad, provocando reacciones en la búsqueda de una mayor participación e intervención en el ámbito de la política y en la “cosa pública»

Dichos cambios, tales como la eliminación de privilegios en la nobleza y del clero, así como reformas en la estructura política y legal del país, se fueron filtrando en los estratos inferiores de la sociedad, permeables y demandantes, ávidos de cambios.

Desarrollo y fases evolutivas.

La Revolución Francesa se desarrolló en fases, comenzando con la Asamblea Nacional Constituyente que buscó limitar el poder del rey y establecerse primigeniamente como un régimen de una franca monarquía constitucional.

Resultante de la acumulación de padecimientos, sufrimientos y resentimientos pasados, que fueran alimentados por la soberbia, la impunidad y la corrupción, de una dirigencia monárquica “banal”, yacía desposeída de valores ciertamente éticos-morales.

La situación concluye, desembocando en una radicalización enmarcada como violenta, culminando así con la toma de la Bastilla en 1789, un símbolo icónico del despotismo real.

Dando lugar a la posterior formación de la Primera República en 1792.

Durante el imperio del período de “terror” (1793-1794), liderado por Maximilien Robespierre (llamado por la historia “el incorruptible”, y también “el verdugo de la revolución), secundado por Marat y Dantón, llevaron adelante medidas populares como la imposición de precios máximos, la devolución a los municipios de las tierras usurpadas por los nobles, y la abolición de los impuestos feudales. Los mismos contaban con el aval y respaldo del Comité de Salvación Pública, el cual gobernó Francia de forma autocrática, sumiendo al país en un período de persecuciones políticas, incertidumbre generalizada y continuas ejecuciones por traición, sedición, conspiración, entre muchos otros crímenes. En su mayoría llevados a la práctica, mediante el uso de la guillotina elemento introducido por el cirujano francés Joseph Ignace Guillotin, quien también fuera  diputado de la Asamblea Nacional

Este periodo presentó a un Robespierre firme, autoritario y decidido a purificar a Francia de cualquier opositor a la Revolución, llegando a justificar en su defensa el uso de la pena de muerte, a la que tanto se había opuesto en un pasado.

Culminando su peregrinación de violencia y crimen, con la ejecución sumaria del rey Luis XVI.

En su fase final, la Revolución, bajo la actuación del Directorio (1795-1799), permitió establecer un período de cierta quietud social y estabilidad política, no obstante fue signada por notorios hechos de corrupción, ineficacia e impericia en el ejercicio del poder y su consecuente dirigencia de los destinos de la república.

Cómo resultado del convulso estado de situación, se produjo el golpe de estado encabezado por Napoleón Bonaparte, figura clave post-revolucionaria, quien implementó reformas, expandiendo el imperio francés, aunque su postrer caída lo alcanzó en 1815.

Proyecciones políticas y sociales.

La Revolución Francesa inspiró movimientos revolucionarios, en términos políticos, sentando bases para el desarrollo del nacionalismo, el liberalismo y el republicanismo en otras latitudes del mundo occidental como América Latina y Europa.

Sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad influyeron notablemente en el accionar político y social de otros estados y sociedades del mundo occidental. Sin perjuicio de ello, generó también reacciones adversas, opuestas y refractarias al ejercicio de la:

«Libertad, igualdad y fraternidad»

dando así lugar a manifiestos actos de violencia y represión en su contra por parte de facciones disidentes.

Resumiendo

La Revolución Francesa, fue un evento histórico transformador generador de cambios en el curso de la historia e influyendo en la política, la sociedad y la cultura, que traspasaron fronteras durante el transcurso de siglos.

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Norberto Álvarez 

Buenos Aires, 25 de Abril del 2024

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