Ana y María, las mellizas Simpson, llegaron a los ochenta años. Ambas conservaban sus hermosos ojos claros.
A pesar de la foto de la fotógrafa Diane Arbus, que sugiere ciertos parecidos físicos, fueron muy distintas. La foto fue tomada antes de su viaje a América, en la primavera de 1942, en Amsterdam, mientras corría una suave brisa.Fue la última vez que se las registró juntas.
Las mellizas eran hijas de Teodoro Simpson y Alice Stemberg. Criadas en la escuela para señoritas Heber Husserl en Franckfurt, tuvieron educación clásica y formal. Además del lazo natural de hermanas, eran mutuamente amigas.
Junto a sus padres salieron de Alemania en búsqueda de nuevas oportunidades. Sin embargo, el destino, jugador de naipes artero, las separó. El barco que las llevaba al nuevo mundo naufragó apartándolas para siempre por el caos del rescate. Mientras una recalaba en América, la otra volvía a Europa. El tiempo pasó y bifurcó irremediablemente sus vidas.
Ana, casada, viuda, y nuevamente casada, tuvo dos hijos y numerosos nietos. Vivió en Boston, fue estudiosa, agnóstica, doctora y profesora de filosofía de la Universidad de Harvard.
María, dedicó su vida a Cristo, se hizo monja de reclusión de las esclavas de San Francisco. Vivió en las afueras de Munich, aislada en el convento de la congregación, .
Al final de sus vidas, el destino les dio revancha; Antes de fallecer, el 25 de Julio del 2009, compartieron de nuevo sus vidas, y volvieron a tomarse una foto.
Diane Arbus esta vez no fue la fotógrafa, sin embargo corría la misma brisa.
Tertulias, Córdoba, 9 de Junio del 2010