¿DÓNDE ESTOY? del gnomom al GPS

¿Dónde estoy?
¿Dónde estoy?

El título de este  post coincide con el nombre del libro sobre Geodesia escrito por Rodolfo F. Arinci. El segundo título es:

La larga epopeya de la humanidad para determinar su posición sobre la Tierra

El libro, de 399 páginas, es una edición personal limitada de 50 números numerados realizada en el año 2013.

El índice del libro considera:

  • Un prólogo
  • Una introducción denominada: ¿Dónde estoy?
  • Cuatro capítulos denominados:
    • Capítulo 1: Antiguas concepciones sobre: la verdadera forma y tamaño de la tierra, su posición en el universo y sus movimientos propios.
    • Capítulo 2: Evolución del conocimiento geométrico de la tierra durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
    • Capítulo 3: Desarrollo de la Geodesia desde el siglo XIX hasta mediados de la década de los 80 del siglo XX.
    • Capítulo 4: La respuesta definitiva a la pregunta: ¿Dónde estoy?
  • Un apéndice denominado: «Esbozo histórico de los métodos de posicionamiento»

Además, cada capítulo —inclusive el apéndice— consta de una sección denominada «Comentario».

En el prólogo, el Ingeniero Arinci, menciona la motivación principal que lo llevó a escribir el libro:

«…… contribuir a que el lector no especializado cobre conciencia de que la respuesta al problema no ha llegado de una manera milagrosa, sino como resultado de un largo y penoso proceso que se inició con los albores de la civilización.»

Rodolfo Arinci me ha regalado y privilegiado con  un ejemplar  (nro: 026)  por lo que estaré eternamente agradecido. En estos días, el ingeniero agrimensor Armando del Bianco —tenedor de otro ejemplar— me envió el siguiente texto (en tipos azules) que quiero compartir con Ustedes por reflejar —con la pasión vibrante y sin igual que Armando le pone a sus textos— el pensamiento que todos compartimos sobre el Ingeniero Arinci y la importancia de su libro:

Según la fé católica, es el espíritu santo quien reparte los dones; según Charle Baudelaire, son las hadas las responsables de otorgar este bien a los humanos en el momento del nacimiento; según Homero en su Ilíada, son los Dioses del Olimpo y según Platón (ampliando el mito), asegura que se llaman Prometeo y Epimeteo los responsables.

Sea quien fuere el repartidor de dones, éste ha sido extremadamente generoso con el Ingeniero Rodolfo Arinci, quien ha sido un “maestro de la Agrimensura” de la Escuela de Córdoba. Profesor de las materias de Astronomía de Posición y de Geodesia, pero además un meritorio mentor de la Geometría Práctica, apasionado docente generoso a manos llenas. Exitoso padre de familia de 9 hijos y también prestigioso empresario de jerarquía internacional.

Desde muy chico descubrió que llevaba consigo el don de la enseñanza, y lo entendió como que era su obligación aplicarlo, y lo asumió como una responsabilidad que no podía eludir, es por ello que dedicó la mayor parte de su vida a estudiar para poder trasmitir.

Los profesionales de la Agrimensura de Córdoba, que tuvimos la inmensa suerte de tenerlo  como maestro, no tenemos más que palabras de agradecimiento por todo lo que nos enseñó y nos formó. Es por ello que hemos agregado su nombre al homenaje que en Octubre el Colegio de Agrimensura de Córdoba, brinda en honor a los Maestros de nuestra Escuela, quienes se empeñaron en transformar la Agrimensura, que estaba postrada en el peldaño más bajo de la escala profesional, en la carrera que hoy nos enorgullece ser parte. Ellos fueron: Tito Livio Racagni, Victor Haar, Gustavo Bartaburu, Héctor Oddone y Rodolfo Arinci. Y lo hicieron librando una denodada campaña, de muchos años, de mucho esfuerzo, elevando al nivel más alto la jerarquía de los conocimientos.

Hoy nuestro querido profesor Arinci, nos vuelve a sorprender y maravillar, haciendo gala de un nuevo “don”, que había permanecido reservado por 82 años, y que es su veta literaria. Ha escrito un libro que si bien él modestamente lo llama “fruto de un pasatiempo” ó  “recopilación”, pero que en mi opinión y compartida con los miembros de la comisión de homenaje,  se trata de un verdadero tratado de la Historia de la Geodesia y el posicionamiento.

El libro, que se llama “¿DONDE ESTOY? del gnomon al GPS, está editado en tamaño A4 de 400pgs. En él narra la “Larga epopeya de la humanidad, para determinar su posición sobre la tierra”, escrita en un modo coloquial, sin perder su carácter científico.

A lo largo del libro, el autor se deja llevar por la pasión que lo embarga la astronomía y la geodesia, y lo contagia irremediablemente al lector, haciendo gala de su extraordinaria capacidad, creando malabares con las palabras, jugando con los parámetros de las elipses, nos va haciendo amar aún más nuestra profesión, mostrándonos el sinuoso camino del ingenio, que debieron transitar nuestros geómetras mayores.

Cierro esta nota, transcribiendo un párrafo del libro:

«Nada hay fijo en el universo, todo es perpetuo movimiento y evolución continua, y esto vale obviamente para la tierra que no es el centro inmóvil que imaginaron los sabios en el pasado, sino una partícula más, por cierto absolutamente insignificante, en el cuadro de este alucinante devenir cósmico»

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