El hombre que calculaba

Ayer, buscando un libro en mi biblioteca encontré una joya guardada. Hace muchos años Guillermo Mayor, topógrafo, geómetra, estudioso de las pirámides de Egipto, amigo de mis sueños de juventud y de mi suegra, me regaló el libro: «El hombre que calculaba» de Malba Tahan. Honor y gracias a mi querido amigo Guillermo.

El libro, catalogado con el número 43 de una serie denominada: Grandes Maestros, fue editado por la editorial Vosgos, de Barcelona, España. Agrego que «El Chavi», así le decían mis hijos por su contextura, me lo regaló subrayado; ¡Perfectamente y prolijamente subrayado!, con distintos colores. Hay varias partes donde se han resaltado frases, avales sobre un conocimiento secreto proveniente de los egipcios que nuestro amigo resumía en el cociente 10/9. Número mágico que da origen a otro valor del número PI, distinto al 3,1416… . que conocemos.

Bien, nunca llegué a comprender el tema, no reconozco todavía si no me daba la mente para tantas abstracciones y ocultismo o quizás;  Mayor no me revelaba todo. Ahora siguen las dudas y el desconocimiento sobre esos secretos ocultos de la vida. Lamentablemente, el tiempo pasó y los vientos nos llevaron por otros caminos en búsqueda de nuevas incógnitas.

Bien, la pregunta es: ¿A que viene todo esto?, es que a continuación les copio una frase del libro que me resulta magnífica.

Dice así el párrafo que cito:

….. Razón tenía el poeta al escribir:

Deja volar alto la fantasía;

Sin ilusión, la vida ¿Que sería?

Agrego, además que el libro en cuestión —como dice en su portada trasera— es  poesía, es matemáticas en su más puro ejemplo oriental. Es la culminación sublime de lo excelso por la belleza de ejemplos y por la sabiduría que cada uno de los problemas engendra dentro de sí, para postular novelísticamente los más inverosímiles resultados, dentro de la pura lógica.

Y me permito sumar: Un descanso reparador en el camino de tanta tecnología.

Mi mas sentido recuerdo amigo Guillermo Mayor, alias:  «El Chavi». Espero que hayas encontrado en el descanso eterno la sabiduría perdida.