Por las mañanas, temprano, en estos tiempos de persona mayor, no es fácil dormir mucho tiempo. Es que el cuerpo tiene sus reclamos y junto a las cargas que llevas al dormir acumuladas en el día, su procesamiento nocturno por el inconsciente, te provocan pesadillas al amanecer. En ese momento, busco respuestas a las preguntas provenientes de la oscuridad y despierto; trato de encontrar respuestas, busco en la web, y las encuentro.
Ahora, tratando de aquietar mi inconsciente, las comparto. Quizás nos eviten, a mi y a ustedes, las cargas del día que llevemos la próxima noche y nos permitan aliviar y mejorar el próximo amanecer.
Aquí mis hallazgos:
Primera búsqueda: El significado de la palabra «agachada»
Encuentro el texto: «Tener más agachada que un tero» del blog: «Significado y Origen de Expresiones famosas» del licenciado Sergio Vázquez.
El tero, pequeña ave zancuda de fina estampa, es un animal característico de nuestras tierras que suele anidar sobre el suelo raso. Tiene el hábito de emitir sonidos en diferentes lugares, cercanos a su nido, para desorientar a los depredadores. Posee un modo llamativo de caminar, durante el cual parece renguear y agacharse, de donde se ha tomado el concepto que incluye la frase. “Tener más agachadas que un tero” alude a que una persona no es digna de fiar, pues de manera constante apela a trampas, mentiras y argumentos falsos con fines egoístas o maliciosos.
Fuente: «Significado y origen de expresiones famosas»
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Segunda búsqueda: El significado de la frase «El fin justifica los medios»
Encuentro el texto: ¿Desde cuándo el fin justifica los medios? escrito por: Gabriel Gómez Manzaneque.
«El fin no puede justificar los medios, por la simple y obvia razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines producidos.» (Aldous Huxley)
No sé si nos hemos vuelto locos o es que cada vez somos más tontos. O quizá es que nuestros referentes morales e intelectuales se han ido a pique, que también puede ser. Pero en estos momentos, la idea de que el fin justifica los medios es una realidad, y eso es lo que debería preocuparnos.
Siempre pensé que los que se escudan en este silogismo para respaldar tropelías eran hipócritas, cobardes y sobre todo, malvados. Ahora debería plantearme otra categoría: los veo como víctimas. De hecho, todos somos víctimas de una sociedad cada vez más pobre formativa e intelectualmente, y por ende, más cateta.
No se puede negar la responsabilidad de los medios de comunicación en este panorama. La prensa es culpable por el carácter formativo que todavía tiene, se quiera o no, para una gran parte de la población.
Habitualmente, consideramos que El fin justifica los medios es uno de los postulados que Maquiavelo incluyó en su obra El Príncipe, escrita en 1513 y publicada en 1531. En realidad, la frase literal no es de Maquiavelo. Probablemente, se la debemos a un teólogo jesuita, Hermann Busenbaum, que en su Medulla theologiae moralis (1645) escribió: «Cuando el fin es lícito, también lo son los medios». Según otras teorías, habría sido el mismísimo Napoleón Bonaparte quien, en una página su volumen de El Príncipe, habría anotado una línea con idéntico significado: “Triunfad siempre, no importa como, y siempre tendréis razón”. En todo caso, parece cierto que la obra de Maquiavelo contiene párrafos que nos llevan a la misma conclusión.
Importantes pensadores coinciden en que Maquiavelo separó política y ética. Según esta concepción, el gobernante no puede ser honesto por las obligaciones que conlleva el cargo, pero sí que debe aparentarlo.
Desde este punto de vista, la política no tiene relación con las conductas éticas o morales, y siguiendo la misma línea, nuestro filósofo justifica comportamientos de los príncipes gobernantes de su época a la hora de tomar y conservar el poder.
Si bien el axioma El fin justifica los medios se acuña para explicar o resumir este postulado, actualmente se tiene muy claro que lo cabal, lo razonable y lo bueno para el hombre es justamente lo contrario: que no vale utilizar cualquier medio, y que los desmanes no se pueden disculpar por la obtención del fin perseguido.
¡Cuántas tropelías se han cometido con esa excusa! Fueron tantas como para que finalmente reconociéramos que es una barbaridad. No hay fines que justifiquen una salvajada. Es algo que teníamos claro.
De hecho, constituía un principio ético para todo el mundo civilizado… Pero nuestra sociedad empieza a cuestionarlo.
Fuente: «The cult»
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Tercera búsqueda: El significado de la frase: «A quien le quepa el sayo que se lo ponga»
Encuentro en el blog : quo vais..? escrito por Julia, el siguiente texto:
“A quien le quepa el sayo, que se lo ponga” dice un viejo proverbio surgido de lo popular. La expresión refiere a que, si alguien se siente aludido en algo, no debe tratar de culpar a nadie sino que, antes debe ubicar en su propia persona esas culpas.
Se llama sayo a las túnicas holgadas, poco ceñidas o sin ceñir así como cierto tipo de casaca basta, larga y con botones que solían llevar los aldeanos. La palabra sayo se ha utilizado también como sinónimo de vestido.
Fuente: …quo vadis
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Por último, la Cuarta búsqueda: el origen de la frase «Quién quiera oír que oiga»
Es el título de la canción de Juan Carlos Baglietto, copio parte de su letra:
…. Cuando no recordamos lo que nos pasa,
nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras… oh…
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.
Fuente: CMTV- letra quien quiera oír que oiga
Y sí, gran letra la de Baglietto, no nos quejemos cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa. Son esas mismas cosas que nos marginan.