Carlos Diez nos recuerda a Juan Manuel Castagnino

Es normal es estas épocas olvidar a nuestros maestros. La vorágine de la época en que vivimos, las obligaciones crecientes para superar la coyuntura económica, los cambios permanentes en tecnología y en los correspondientes requerimientos administrativos, una visión individualista del éxito, justifican esta actitud. Son signos de los tiempos. Pero no es el caso del Presidente de la Federación Argentina de Agrimensores; el agrimensor Carlos Diez. Valga el ejemplo.

Estimado Carlos: «Esta diferencia habla muy bien de vos». ¡Chapeaux…. ! Felicitaciones y  respeto por tan sentidas palabras al maestro Castagnino.

Estimado Carlos: me sumo a vuestro homenaje, al mensaje a los más jóvenes y los estudiantes, realizado en Facebook. Lo hago  duplicando a continuación tu post en mi blog:

 

JUAN MANUEL CASTAGNINO: hace 31 años…

En estos días se cumplen exactamente 31 años desde el día que conocí a Juan Manuel Castagnino. Fue cuando concurrí, recién recibido, en representación de la Asociación Chaqueña de Agrimensores, a una reunión extraordinaria de la Junta de Gobierno de la Federación Argentina de Agrimensores, realizada en San Luis entre el 23 y el 27 de Julio de 1985 en la que se elaboró el anteproyecto de Ley Nacional de Catastro.
Sin dudas, fue ese día cuando comprendí acabadamente lo que significa ser agrimensor y su trascendente rol en la sociedad, y sin dudas también,  ese día marcó en mí un camino sin retorno no solo hacia la lucha gremial de la Agrimensura, sino también, a la pasión que desde ese mismo momento empecé a experimentar por la profesión que había elegido y estudiado en la Universidad.

 

Agrimensores: Garachico, Castagnino y Diez
Agrimensores: Garachico, Castagnino y Diez
Agrimensores Castagnino y Diez
Agrimensores Castagnino y Diez


Recuerdo como si fuera hoy que solo una silla me separaba de aquel hombre que cuando comenzó a hablar se hizo un silencio absoluto y, para expresar lo que sentí, reproduzco la nota publicada por José Belaga cuando falleció Juan Manuel, el 3 de febrero de 2014, que expresa absoluta y fielmente lo que yo sentí en ese momento:

 

«En poco más de 90 minutos realizó una de las más contundentes y demoledoras fundamentaciones, tanto desde el punto de vista técnico, como histórico, jurídico, constitucional y hasta incluso sociológico, que yo haya escuchado alguna vez sobre la necesidad de una Ley Nacional de Catastro incorporada al Código Civil, que le otorgue a los Catastros provinciales, además de sus funciones valuatorias-fiscales, fines y efectos de derecho civil.
De voz fuerte, tono alto, viril, seguro de sí mismo, justificando cada una de sus palabras y expresiones, nunca dejaba lugar a dudas en sus exposiciones. Jamás lo noté tibio ni vacilante, se podía estar o no de acuerdo con sus políticas y estrategias, con su personalidad avasallante y por momentos autoritaria, con su fuerte ego, pero siempre mostró una entereza, un nivel de conocimientos (a modo de ejemplo le escuché “recitar” en varias ocasiones de memoria y sin leer varios artículos del Código Civil ¡¡¡suizo¡¡¡) y una altura intelectual, para abordar todos los temas que estudió a lo largo de su fructífera trayectoria, que han sido y son absolutamente incomparables».


A través de esta publicación, quiero no solo rendir un merecido homenaje a Juan Manuel, sino dirigirlo especialmente a los jóvenes profesionales y estudiantes, porque sin dudas Castagnino marcó un antes y un después en la Agrimensura Argentina. También marcó un antes y un después en mi vida profesional.

Juan Manuel, donde quiera que estés, descansa en paz.


¡Gracias por todo lo que hiciste!

 

Carlos Diez

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