Pensar espacialmente es fundamental

Estimados amigos, a continuación les acerco la traducción no profesional del artículo «Spatial Thinking is Fundamental» de Jack Dagermond.  Este artículo fue publicado en a Revista Forbes el 2 de noviembre del corriente año (Spatial Thinking is Fundamental).

Jack Dagermond es el Presidente de la empresa de software ESRI y es considerado unos de los principales actores (gurús) de los Sistemas de Información Geográfica a nivel mundial.

Espero que disfruten de su amable lectura.

Pensar espacialmente es fundamental

La importancia fundamental de la ubicación en los asuntos humanos es una de las razones por las que el uso de los SIG está tan extendido en la actualidad.

Ustedes pueden pensar que tengo prejuicios para decir esto porque estoy en el negocio de los SIG, pero el pensamiento espacial, afirmo, es fundamental en los seres humanos.

A menudo desconocemos cuánto pensamiento espacial utilizamos porque está muy arraigado en nosotros. Nos movemos por el mundo tan fácilmente que parece que lo hacemos sin atención ni esfuerzo, casi inconscientemente.

Esta escena en 3D muestra la transitabilidad de San Francisco, California. Las blancas son las áreas más accesibles, mientras que las azules oscuras son las menos. Tal vez no sea algo en lo que conscientemente pensamos mientras nos movemos en una ciudad, pero es así como se representa en una computadora. Los créditos de la imagen pertenecen a Esri.
Esta escena en 3D muestra la transitabilidad de San Francisco, California. Las blancas son las áreas más accesibles, mientras que las azules oscuras son las menos. Tal vez no sea algo en lo que conscientemente pensamos mientras nos movemos en una ciudad, pero es así como se representa en una computadora. Los créditos de la imagen pertenecen a Esri.

Sin embargo, si queremos hacer un robot que pueda navegar fácilmente a través de una habitación o una calle concurrida, sigue siendo extremadamente difícil.

¿Por qué nos parece tan fácil? A menudo se estima que hasta el 60% del cerebro humano está involucrado en el procesamiento de lo que vemos y trabajando con este tipo de información de alguna manera.

Los investigadores piensan que el desarrollo de la combinación del ojo y el cerebro humano fue esencial para la cognición espacial, y que la cognición espacial ha sido fundamental en la evolución humana. Esto parece tener sentido: cazar, recolectar, refugiarse, migrar, orientarse: todas estas tareas espaciales habrían sido críticas para la supervivencia humana desde hace varios millones de años.

Por lo tanto, es probable que nuestra capacidad innata de pensar espacialmente haya sido perfeccionada por la evolución a lo largo de millones de años.

Sin embargo, creo que es crítico hoy todavía.

 

La importancia de la ubicación hoy

Hay una máxima en el sector inmobiliario que reproduzco: los tres factores más importantes para valorar una propiedad suelen ser «ubicación, ubicación y ubicación». En logística,  encontramos la frase «ubicación, ubicación, logística», enfatizando la importancia del dónde se ubican los activos y cómo se mueven en la gestión de una cadena de suministro.

En términos más generales, se ha afirmado que el 80% de todos los datos comerciales tiene algún tipo de ubicación de referencia. También, esto mismo se aplica probablemente a muchos niveles de gobierno.

La importancia fundamental de la ubicación en los asuntos humanos es una de las razones por las que el uso de SIG está tan extendido en la actualidad.

 

Los comienzos de la ciencia del ¿Dónde? 

Yo crecí trabajando en el vivero de plantas minoristas de mis padres en el sur de California; alrededor de nuestra mesa, en la cena, aprendí cómo dirigir un negocio. (Uno de mis amigos dice en un juego de palabras, que: «Todo lo que necesitaba saber sobre negocios lo aprendí en la guardería»).

Una cosa que aprendí desde un principio fue la importancia fundamental de dónde ubicar una planta: la luz del sol que recibía, el suelo, el drenaje y muchas otras condiciones locales afectaban la supervivencia y el crecimiento de ellas.

Más tarde, cuando estudié arquitectura paisajista y planificación urbana y trabajé en muchos proyectos más grandes -un parque, una ciudad, una región- descubrí que el lugar donde se ubicaban las cosas era crítico, pero aprendí tambien que las condiciones de comprensión sobre estas áreas mucho más grandes, presentaban grandes dificultades.

Ian McHarg, en su libro “Design with Nature”, sugirió que los planificadores preparen manualmente superposiciones transparentes de mapas, una para cada tipo de información (Suelos, hidrología, vegetación, infraestructura, etc.) y las utilicen, en combinación, para informar y ayudar a la toma de decisiones.

Cuando mi esposa Laura y yo comenzamos nuestra empresa, Esri, en 1969, Roger Tomlinson había construido el primer SIG, usando la computadora para automatizar la cartografía de grandes cantidades de información detallada en el Sistema de Información Geográfica de Canadá.

 

Los primeros SIG

 Los primeros SIG proporcionaron una fuente digital de datos espaciales válidos y necesarios para respaldar un proyecto en particular, en el trabajo de una organización, una agencia gubernamental, etc. Eran lo que hoy podríamos llamar un sistemas de registro.

La creación de estos SIG requiere recopilar todos los datos geográficos referenciados por ubicación de una organización, algunos de ellos en mapas impresos, e integrarlos y estandarizarlos: obtener los datos en una forma digital consistente para su uso.

Con estos sistemas, en lugar de demorar semanas o meses para hacer un mapa, los mapas se podían hacer en minutos u horas, y se podían cambiar de escala, volver a simbolizarlos, etc., con grandes aumentos en la eficiencia y reducciones de costo. Esto se denominó mapeo digital o cartografía digital.

También, estos SIG iniciales podían realizar algunas operaciones espaciales bastante simples, como calcular circunferencias y áreas, análisis de superposición simple, etc.

 

Los SIG y la toma de decisiones espaciales hoy

Hoy, más de cincuenta años después, existen Sistemas de Información Geográfica que abarcan países enteros, todos los océanos y el planeta Tierra.

Si bien podemos movernos y manipular las cosas en nuestro entorno haciendo uso de nuestras capacidades cognitivas espaciales innatas, para hacer frente a los problemas espaciales complejos a gran escala del siglo XXI, debemos utilizar herramientas poderosas. La tecnología SIG las proporciona.

Hacer mapas es un proceso de abstracción: codificamos datos sobre cosas reales, en lugares reales, como símbolos (números, glifos, colores, etc.) en un mapa.

El poder de GIS depende de este proceso de abstracción: utiliza lenguajes simbólicos (la geometría es un lenguaje, también lo son los SIG) para analizar un problema y luego usamos nuestra combinación de ojo y cerebro innata para reconocer cualquier patrón que surja del análisis.

Por la misma razón que somos buenos para el pensamiento espacial y su valor evolutivo para la supervivencia, nuestro cerebro es muy bueno para reconocer patrones.

Por el momento, al menos, somos probablemente mejores en reconocimiento de patrones generales que cualquier sistema de inteligencia artificial.

Entonces, al usar un SIG, abstraemos la realidad, la analizamos en abstracto y mostramos los resultados en formas abstractas, pero formas que podemos ver con nuestros ojos, como mapas u otros gráficos.

Actualmente, se realizan muchas investigaciones sobre la cognición espacial y la percepción gráfica para ayudarnos en este proceso.

Uno de los resultados es que las visualizaciones de datos espaciales gráficos, que hoy son una mezcla de arte y ciencia, se vuelven más simples de crear, sin ser superficiales. Gracias a las computadoras rápidas y los sistemas de software inteligente, los gráficos también son más rápidos, cuestan menos y son de mejor calidad; y no se requiere experiencia especializada para crearlos.

Debido a estos desarrollos, los análisis espaciales ahora están disponibles en formularios que están diseñados para el uso comercial de rutina, por el presidente de la empresa o una persona en un dispositivo móvil en el campo.

La tecnología de análisis espacial SIG también está mejorando, suministrando resultados gráficos en dos, tres o cuatro dimensiones y en las formas que el cerebro este adaptado para comprender bien.

Todo esto es una suerte, porque con las computadoras, las tecnologías de la información y la automatización, hemos comenzado a recopilar cantidades asombrosas de datos. Tal vez más datos en un año o dos que los recogidos anteriormente en toda la historia humana.

Si podemos hacer un uso efectivo de todos estos datos, a través de herramientas como el análisis espacial, podemos complementar nuestro acostumbrado uso de la experiencia y la intuición para la toma de decisiones basada en la evidencia y en la ciencia.

 

¿Funcionan los SIG?

 Cientos de miles de organizaciones han creado sus propios sistemas de registro, que incluyen todos sus datos de referencia espacial y, todos los días, millones de usuarios analizan estos datos para ayudar a administrar su trabajo.

Con el tiempo, al usar estas herramientas, es posible automatizar la mayor parte del proceso de decisión en sí mismo, otorgando más autonomía a las máquinas (como los robots móviles y los automóviles autónomos) y automatizando más aspectos de planificación y administración.

La evolución biológica nos proporcionó los medios -como el pensamiento espacial y el reconocimiento de patrones- de sobrevivir como especie hasta este punto.

Quizás la evolución científica y tecnológica, al aumentar nuestras capacidades innatas, nos proporcionen los medios necesarios para seguir adelante.

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