«Azar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa», dice
Voltaire.
En realidad leí la frase en un diario sin contexto. ¿Refiere Voltaire a las leyes de la Física?.
Si fuera así, no podemos diferir.
¿Y qué en cuanto al destino humano?, ¿aplica?, aquí empiezan las dudas.
¿Podemos elegir nuestro destino?, ¿Construirlo?, ¿La suerte, sea buena o mala, existe?,¿Tenemos destinos predeterminados fuera de nuestra voluntad?, ¿Estamos signados por fuerzas extrañas mas allá de nuestros esfuerzos?. Son las preguntas.
Basta de engaños, hay cartas tiradas, hay reglas del juego armadas por otros, pero nosotros podemos y debemos jugar bien nuestra suerte.
Una vieja frase cristiana dice: «Ayúdate que te ayudaré», apelando a la bondad Divina.
Quizás lo que estoy buscando con este tema es despertar de las vanas promesas incumplidas, destinos marcados por falsos ídolos, y descubrir que muchos de nuestros problemas se deben solamente a nuestra causa, a la falta de construcción, trabajo y lucha por un destino común.
En estos días tome conocimiento de la vida del ex-presidente de Brasil el Sr. Lula Da Silva. Inclinemos nuestra cabeza con reverencia y saquemos nuestro sombrero para saludarlo. En Lula la suerte no jugó.
El blog del profe José 