«El maestro ignorante», Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual, es un libro de Jacques Ranciere , profesor de filosofía de la Universidad de Paris VIII. En el se cuenta la historia de Joseph Jacotot, personaje histórico, que enseñaba temas sin conocerlos. ¿Es posible que se de esta situación?, ¿Es meramente anecdótico? , o detrás, hay una profunda idea sobre: ¿Cómo considerar a nuestros estudiantes?
Ranciere menciona:
«Instruir puede, entonces, significar dos cosas exactamente opuestas: confirmar una incapacidad en el acto mismo que pretende reducirla o, a la inversa, forzar una capacidad que se ignora o niega, o reconocerse y a desarrollar todas las consecuencias de este reconocimiento. El primer acto se llama embrutecimiento, el segundo emancipación»
También, una profesora me contaba sobre los orígenes de la palabra «alumno», su raíz estaría formada por dos palabras:
- la primera «a» (sin)
- y la segunda «lumno» (luz)
Osea: «sin luz».(**)
Otra etimología, esta vez tomada de la Real Academia Española, nos indica que la palabra alumno provendría del latín: alumnus, de alĕre, alimentar .
Sí fuera la primera «sin luz», la pregunta es: ¿Será así?. En contraposición el profesor ¿Es el iluminado?. Por cierto que nó. Me quedo con la segunda acepción de alimento.
Basta recordar como aprendemos, habitualmente a partir de nuestra experiencia, esfuerzo, de necesitar conocer tal como un alimento para satisfacernos. Y que quede claro que no desmerecemos el aporte de nuestros maestros. Se trata de otro tema, se trata de tener la misma potencialidad de aprender, de construir nuestro saber, de observar que no somos ni eramos incapaces, sino capaces, y que solo falta tiempo y dedicación.
Tú estudiante puedes, solo debes emanciparte, …., seguimos a Ranciere.
(**) la acepción de la palabra «alumno» como «sin luz» ´parece ser no necesariamente verdadera.