Un chiste muy conocido en nuestro país nos habla de los excesos de Dios Padre en otorgar al territorio argentino todo tipo de bienes. Sin duda, nuestro país tiene muchos, excelentes y variados recursos naturales. Sin embargo hubo quejas del consejo de naciones y entonces el Señor contestó que, para compensar, les mandaba una raza especial de seres: «los argentinos».
Otro dicho parecido dice que: «La Argentina crece de noche, mientras los argentinos la destruyen de día». Durísimo.
Dolorosos chistes que trasuntan alguna verdad y es lo que justamente genera el dolor..
Peiró, periodista gráfico de Córdoba que admiro por su capacidad expresiva, en estos días, publica una tira cómica siguiendo la línea de chistes mencionados. En este caso, le pide a Dios que pare con las lluvias extremas que está sufriendo Córdoba y las consecuentes inundaciones,
A continuación la tira gráfica:
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Cabe la esperanza, que tanto nosotros los argentinos y la clase política que Dios nos dio aprendamos la lección. Comenzando por reconocer e identificar nuestros males, para que estos chistes sean historia antigua y agudicemos un poco más el trabajo imaginativo de Peiró.
—Argentinos a las cosas— dijo Ortega.
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