A ver, la idea de este post es responder la siguiente pregunta: ¿La comida simple es sinónimo de no comer rico?. La respuesta es: NO. Definitivamente.
Voy a dar dos ejemplos de recetas sin complicaión que lo demuestran; los fideos con manteca y un churrasco.
Los fideos con manteca son exquisitos. Claro que, si están pasados, pueden ser horribles. El secreto es que sean al dente. El punto de la paste es y hace a la diferencia. Podemos agregar a la manteca un queso de rayar rico y listo. Otra forma más económica, ante los altos precios de un queso de rayar bueno, gruyere por ejemplo, es agregarles un poco de albahaca y unos tomates cherry cortados frescos sin cocinar al final. Quedan exquisitos.
El segundo ejemplo es un churrasco. Los secretos son la plancha caliente para que no se peguen y un poco de grasa sobrante, sacada de los misma carne, para que le den un color y sabor atractivo. Esa grasita se debe derretir sobre la plancha antes de poner los bifes. No exagerar, solo un poco, para que no haga mal. De condimento; sal y pimienta negra en grano recién molida. Si además el corte de carne es el bife angosto cortado mas grueso; No hay nada mejor. El punto del bife a vuestra preferencia.
Y hasta aquí llegamos, solo cabe agregar una copa de un buen vino tinto. Un cabernet sauvignon estaría muy bien. De postre: basta un rico café.