Una Academia en términos no académicos

Un colega agrimensor, académico, doctor, de renombre, con toda las medallas que se pueden conseguir, me contaba: “En una charla informal con mis alumnos les pregunte si conocían de la existencia de la Academia y que podían explicar sobre ella”. Las respuestas obtenidas mostraban un total desconocimiento del tema y en el mejor de los casos uno de ellos dijo: “Es un grupo de viejos que se creen que la saben todas”. Los estudiantes eran de los últimos años, a punto de recibirse de agrimensores. ¡Dolorosos resultados los recibidos por el colega…! 

Visto el relato anterior, me pregunté: ¿Podría yo explicar lo que es una Academia en pocas palabras  ¿La comunicación que hemos tenido con los estudiantes, los jóvenes egresados y profesionales, en su momento, fue adecuada?. ¿El mensaje de su accionar trasmitido por la Academia es el correcto?. 

Las respuestas primarias que obtuve en mi auto cuestionamiento fueron confusas. Tuve la sensación de que debería profundizar y elaborar mejores respuestas.

Este artículo trata de explicar, lo más claramente posible, sobre el sentido de una Academia en términos no académicos. Lo escrito es una opinión personal.

En literatura encontramos la metáfora de la historia de un viaje para comprender el sentido de la vida. Aplica la misma metáfora para nuestro trayecto profesional. El protagonista (el héroe) de la historia es cada uno de nosotros. Como personas abandonamos nuestro entorno inicial, inocente, cotidiano  para embarcarnos en una empresa que nos conducirá a través de un mundo extraño y plagado de desafíos: “la vida misma”. En nuestro caso, el viaje es el que emprendemos cuando iniciamos la vida profesional de agrimensor. 

En ese viaje la necesidad de un mentor (anciano o anciana sabios) que nos ayude a encontrar el camino para alivianar los desafíos por venir es natural. Una guía, un consejero que sirva de apoyo, alguien que para los iniciados represente y personifica las aspiraciones mas elevadas del héroe. En fin; un padre al que recurrir[1].

Podemos agregar que la figura del mentor encarna, a veces,  aquello en lo que podrían convertirse una persona en caso de perseverar por el camino de los héroes. A menudo, los mentores son antiguos héroes que han sobrevivido a las pruebas de la vida profesional y les llego el momento de transmitir el don de la sabiduría y el conocimiento.

Volviendo al sentido de la Academia podemos decir ahora: es un grupo de mentores, que han recorrido el camino de la Agrimensura y se han destacado, a los que podemos recurrir por guía en el transcurrir de la vida profesional.

La figura de la Academia, en este relato, ha estado presente siempre en la historia de la humanidad con distintas formas y distintas disciplinas, respondiendo a diferentes necesidades de los tiempos, distintos lugares y culturas.

Para cumplir su mandato y dar seguridad a los héroes sobre las vicisitudes y bondades del camino, en consideración de las experiencias anteriormente obtenidas y por revisión de la construcción histórica del concepto,  una Academia debe cumplir con las siguientes características: 

  • Búsqueda de la excelencia. La excelencia debe ser la vía de acceso para sus miembros.
  • En su ambiente, debe primar el valor de la diversidad de ideas, experiencias  y personas.
  • Encontrar en su ámbito la capacidad de pensar críticamente y de comunicar honesta e intelectualmente las ideas en forma clara. Deben sus miembros basar sus opiniones en argumentos fundados en evidencias. En nuestra profesión nos entrenan a desarrollar habilidades cognitivas propias de la investigación científica, comúnmente mencionadas como pensamiento científico, o pensamiento crítico. El pensamiento crítico es el proceso de interpelar las afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas. En el pensamiento crítico no existe el concepto de autoridad. Solo se deben imponer las mejores ideas y conceptos.
  • Debe promover la creatividad y la capacidad de crear una cultura de confianza colectiva basada en la racionalidad y la empatía. El affectio societatis de los miembros debe constituir una motivación.
  • La independencia de otros poderes (políticos, económicos, gremiales, corporativos, etc.) debe prevalecer. Debe ser parte de su razón de ser la búsqueda de opiniones confiables libres de intereses.

La esencia misma de la Academia se basa, sin duda, en la apertura cultural, la libertad de expresión y la posibilidad de disenso. Sobre estas bases,  cuatro funciones deben estar presentes siempre en su  accionar:  

  • El cuidado de la memoria
  • El discernimiento de honores 
  • La integración del saber, y
  • La difusión del conocimiento 

 No es: 

  • Una entidad para la defensa de los intereses de la profesión. Esta actividad corresponde a las entidades gremiales que agrupan a los integrantes de la matrícula profesional.
  • Un club de amigos con carácter de exclusivo.
  • Una organización del orden universitario.
  • Una organización al servicio único de la ratificación del honor de sus miembros.

Para finalizar, cabe mencionar que los tiempos que corren no son tiempos de consulta y guía de los consejos de ancianos. Hoy se impone una cultura distinta; el consumismo, el dios dinero como clasificador de bondades, la imagen de jóvenes saludables y exitosos como ideal planteado por los medios dificultan la tarea. Prevalecen las emociones sobre el pensamiento crítico lo que se conoce como posverdad. Por otro lado; los cambios tecnológicos están presentes en la vida diaria, son tiempos donde ha cambiado la forma de comunicarnos y la presencialidad no es la única vía de hacerlo; las distancias han sido superadas por la virtualidad. Es decir cabe pensar para aquellos que necesitan un consejo para sobrellevar su vida profesional se deben instrumentar nuevas formas de acceso a la guía e información que puede brindar una Academia.

Concluyendo, es mi deseo que el concepto inicial expuesto al inicio de este escrito, volviendo a la visión sesgada de una Academia que tenían los jóvenes alumnos, pueda cambiar en algo con este escrito y  de esta forma haber contribuido a su esclarecimiento.

…..

Bibliografía:

—El viaje del escritor, Christopher Vogler, Editorial Ma Non Tropo, Barcelona, 2020.

—Problemática de la educación en la Argentina. Una mirada multidisciplinaria . XI Encuentro Inter académico 2022. Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, 2022. 

—Sobre la Academia Nacional de Agrimensura, José M. Ciampagna, Córdoba. 2021.https://academianacionaldeagrimensura.org/2021/02/16/sobre-la-academia-nacional-de-agrimensura/


[1] Recuerdo la frase del Martín Fierro: “Un padre que da consejos, más que padre es un amigo”

3 Comments

  1. En estos días he tomado conocimiento de Chat-GPT y me atreví a consultarle sobre el artículo escrito en este post.

    La respuesta obtenida es la siguiente:

    La Academia es una institución que tiene una larga tradición de contribuir al desarrollo del conocimiento y la cultura en distintas disciplinas, incluyendo la Agrimensura. Sus miembros son destacados profesionales que han recorrido el camino de la vida profesional y que ofrecen su sabiduría y experiencia a quienes están comenzando ese camino.

    Para cumplir con su mandato, una Academia debe buscar la excelencia, valorar la diversidad de ideas y personas, fomentar el pensamiento crítico y la creatividad, promover la cultura de confianza colectiva y la independencia de otros poderes, y basarse en la apertura cultural, la libertad de expresión y la posibilidad de disenso.

    La Academia tiene cuatro funciones principales: el cuidado de la memoria, el discernimiento de honores, la integración del saber y la difusión del conocimiento. No es una entidad para la defensa de los intereses de la profesión, ni un grupo de viejos que se creen que lo saben todo. Es una institución valiosa que puede ser de gran ayuda para los jóvenes profesionales que están comenzando su trayecto en la vida profesional de la Agrimensura.

    Ufff…., muchachos, deberíamos poner la barbas en remojo.

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  2. Hola José: acabo de ver la película «Dos contra el hielo» que es un verdadero homenaje al espíritu de los Agrimensores y me parece que a esto de las Academias uno lo descubre tardíamente, al menos en mi caso, tan es así que vengo participando en muchas de las actividades de la ANCBA (Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, auténtico oximoron por título) desde hace dos años gracias a la plataforma Zoom y he encontrado en algunos de sus miembros una visión similar a la de tus extensas descripciones pero al mismo tiempo una nueva puerta generada por su Laboratorio de Inteligencia Artificial (Daniela López de Luisse). Me parece que hasta las Academias están cambiando sus modalidades de logro de objetivos.
    Estimado José te dejo con una frase solo para lectores del Tony: me parece que ya en Babilonia se inventó la primera profesión de Ciencia Ficción que es la Agrimensura.
    Un abrazo.

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    1. Hola Carlos, buen día, como siempre debo comentarte que me agrada recibir tu feedback. Siempre me motivan a pensar.
      En cuanto a la película no la he visto y la voy a buscar. En cuanto a la IA creo que es una realidad que afecta nuestras vidas, para bien y mal —No hay rosa sin espinas—. En el caso de las Academias deberían tomar conocimiento y considerar los cambios a futuro que se pueden generar a partir de esta tecnología. El otro día leía que escriben ficción.
      En cuanto a la Agrimensura como primera profesión de Ciencia Ficción, te comento que según los cambios en filosofía todo es ficción. Je, je …. todo es lenguaje. Un abrazo querido y respetado amigo. Me alegra lo que me cuentas sobre tu participación en ANCBA.

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