En este post reiteramos una metáfora distinta sobre la «mensura» mencionada en artículos anteriores.
“Cómo Ustedes saben o pueden imaginar, el hombre invisible no se ve y valga la obviedad. Sin embargo, en las viejas series de televisión observábamos sus hazañas cuando estaba vestido.
De igual forma, un acuerdo entre partes sobre límites de propiedad, en el continuo del territorio no se ve sobre el terreno, las palabras de los acuerdos no son visibles y valga la obviedad.
Para fijar un límite se necesita poner señales para observarlo, por ejemplo: mojones en los esquineros. También usamos en la línea del límite: alambrados o muros para señalar nuestra propiedad. En otros casos se utilizan elementos naturales existentes cómo ser un río o una línea divisoria de aguas (talweg) en zonas montañosas cuando ellos están presentes.
El límite existe sin que esté materializado, pero para observarlo, para publicar su dominio ante terceros, debe ser visibles en el terreno.
Esta es tarea de agrimensores. Como observamos, no solo de medir se trata nuestra actividad profesional.”